POR D. ALFREDO LEONARD LAMUÑO DE CUETOS.

La conmemoración británica por los caídos en la Gran Guerra de 1914-1918, así como en la II Guerra Mundial de 1939-1945 y por extensión en todas las demás campañas del antiguo Imperio, se celebra anualmente el día 7 de noviembre, en memoria del armisticio entre los Aliados y los Imperios Centrales (Alemania y Austria-Hungría y Turquía), que entró en vigor el 11 de noviembre de 1918 a las 11 horas de la mañana -el 11 del 11 a las 11-.
Esta conmemoración solemne del «Remembrance Day» (o Poppy Day) no solamente se celebra en el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, sino de todos los países de la Commonwealth, de los que la Reina Isabel II es Cabeza del Estado. Consiste en un servicio religioso en memoria de los soldados muertos en la lucha y de los civiles afectados.

Un momento del acto.

Un momento del acto.

En Madrid, donde ni el 7 ni el 11 de noviembre son festivos, esta ceremonia ha tenido lugar el domingo 9, pasadas las 11 horas de la mañana, en la iglesia anglicana de Saint-Georges. A la que han asistido las representaciones diplomáticas del Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, con las de Francia, Italia, Estados Unidos de América y otros países otrora aliados, así como buena parte de los miembros de las colonias británicas residentes en la villa. También fue invitada una representación de la Madrid Branch o capítulo madrileño de la Royal Society of Saint Jorge, en las personas de D. Carlos Franco Suanzes y del Doctor Vizconde de Ayala, ambos condecorados en 2012 con la Queen’s Medal Diamond Jubilee. El Vizconde de Ayala y Marqués de la Floresta asistió acompañado por tres de sus hijos. La Armada Española estuvo representada por don Ramón Pérez Alonso, Coronel de Infantería de Marina y antiguo Ayudante de Campo de S.M. el Rey, a quien se unió el Alférez de Navío D. Luis de Cevallos-Escalera.
Presidió el servicio religioso el pastor titular de la parroquia, reverendo Paul Omrod -que hizo un bello y emocionante sermón-. Durante el mismo, una trompeta tocó por aquellos caídos y víctimas, mientras se guardaban dos minutos de silencio por la memoria de tantos millones de personas. Se hicieron luego las preces por la Reina Isabel II y por el Rey Don Felipe VI, y se concluyó entonando el God save the Queen. Todos los asistentes, militares y civiles, lucían en su vestimenta las clásicas amapolas -poppy’s- que son de rigor al recordar a los bravos caídos.
Concluida la misa, los concurrentes pasaron al jardín parroquial, donde se había dispuesto un espléndido y muy británico aperitivo, que resultó muy ameno y que a pesar del frío reinante no concluyó hasta ya pasadas las dos de la tarde.

Royal Society of Saint Jorge,