POR EL DR. JOSÉ MARÍA DE MONTELLS Y GALÁN.

Carlos Navarro, una de mis admiraciones permanentes, es posiblemente junto al italiano Marco Foppoli, el mejor artista heráldico de Europa. Su blog es una fuente ineludible de inspiración e información. Con motivo de la  proclamación del Rey ha publicado las nuevas armas del monarca, muy bellamente elaboradas. Pero de igual forma, ha publicado su personal versión de las armas de la nueva Princesa de Asturias y de su hermana, la Infanta doña Sofía, que no sé qué esperan para declararlas oficiales. Son efectivamente las armas que conforme a nuestra tradición, les corresponden. Recuerdo cuando, tanto el Marqués de la Floresta, Manuel Maribona como yo mismo, publicamos unas propuestas para el escudo del Príncipe de Asturias, se nos tildó poco más o menos de ociosos e incompetentes. 

Armas de S.A.R. la Princesa de Asturias Dña. Leonor de Borbón. Diseño de D. Carlos Navarro.

Un heraldista catalán muy respetado contestó un artículo mío sobre las armas que debería llevar don Felipe, llevándome la contraria, desechando la brisura del lambel por encontrarla innecesaria y en todo caso, defendiendo el lambel de plata, frente al de azur. Al final, se eligieron armas para el Príncipe, en un sentido muy semejante al preconizado por nosotros. Nada dijo entonces el erudito en cuestión. En esta ocasión, Carlos Navarro se ha adelantado a todos, con dos propuestas muy hermosas y  atinadas. Y nadie le ha corregido, lo que es muy de agradecer.
Tengo escrito algunas cosas sobre las características de la  Monarquía, una de las que me parece más positiva es el automatismo sucesorio que nos libra de la elección de políticos ambiciosos, ineptos o posiblemente corruptos para ocupar la Jefatura del Estado. A don Felipe VI, le sucederá doña Leonor I, educada durante buena parte de su vida para desempeñar dicha función con dedicación y honestidad. Los cantos de sirena de aquellos que quieren reinventar España cada cuarenta años no deben ser tomados seriamente en consideración. Sus argumentos son meramente retóricos, algo infantiles y decididamente torticeros.

S.A.R. La Princesa de Asturias.

A todo esto, debo añadir que la heráldica es, amén de un lenguaje semiótico, un arte. La semiótica es una disciplina que estudia los signos, entendiendo los signos como  aquellos en los que la relación entre el significante y objeto o referente no es de semejanza ni natural o de causa-efecto, sino arbitraria, convencional, pactada en el seno de una sociedad: por ejemplo, el himno nacional o la bandera y también el lenguaje de los símbolos gráficos, la expresión genuina de las ideas, elaborada artísticamente.
El blasón de la Princesa de Asturias no solo sirve para identificarla, es también el enunciado de un pensamiento, conforme a unos cánones preestablecidos, que nos sitúa ante la realidad, Naturalmente, el escudo de doña Leonor cambiará con el tiempo, nos irá dando noticia de sus realidades. Así cuando case, deberá ser ovalado, incorporando además las armas de su marido. Al llegar a Reina de España, el escudo será probablemente muy semejante al de su padre, el Rey Felipe VI, respetando el óvalo propio de una dama casada y coronado de la real. La Monarquía expresada gráficamente mediante símbolos fácilmente reconocibles para todos los españoles, incluidos aquellos que son contrarios a los valores tradicionales. Esos que en pleno siglo XXI quieren imponer un estado soviético, pasado por el trópico chavista. No duden que si esta gente llegase al poder ¡Dios no lo quiera! se inventarían otra heráldica, una nueva iconografía que, a fuerza de ser utilizada ya se ha hecho rancia, con profusión de estrellas rojas, hoces y martillos. 

Armas de S.A.R. la Infanta Dña. Sofía. Diseño de D. Carlos Navarro.

Así que uno prefiere contemplar el escudo de SAR la Princesa de Asturias dibujado por Carlos Navarro, pleno de armonía y belleza y dejar para las pesadillas, los engendros revolucionarios o separatistas.