Queremos dedicar nuestra entrada de hoy a dar a conocer a todos nuestros lectores y amigos, un magnífico artículo de la autoría de D. Ángel Almazán de Gracia, publicado el pasado 14 de mayo en el blog Agora Simposio , que gira en torno a algunas particularidades del escudo de los Miranda.
Como todos nuestros lectores ya conocen D. Ángel Almazán es un prestigioso periodista, escritor y editor soriano, responsable de la revista digital Soriaymas. Ha sido corresponsal de TVE en Soria, jefe de prensa de la Diputación Provincial de Soria, director de la Revista de Soria, Director de Contenidos en Maat Gknowledge y miembro del Centro de Estudios Sorianos (CSIC).

DONCELLAS DESNUDAS CON CONCHAS, EL ESCUDO DE LOS MIRANDA.

Sorpresa me causó ver el blasón de los Miranda en la calle homónima de la ciudad de Soria, cuando bajaba desde la Plaza Mayor hacia las dos cuadrillas sanjuaneras del entorno del parque de la Arboleda durante la celebración del Catapán, el primer domingo de este mes de mayo. Hacía mucho tiempo que no iba por esta calle de los Miranda que va desde Sorovega a la plaza de Fuente Cabrejas. Y allí estaba el blasón armero: bustos de cinco doncellas con una venera inferior prolongando el cuerpo sin extremidades inferiores y dos serpientes  aladas (dragones) afrontadas, y la Cruz de Santiago de fondo (hubo Mirandas sorianos con hábito santiaguista y otros con el de la Orden de Alcántara). Fotografié el escudo para darlo a conocer en facebook, pero no lo hice finalmente.
Escudo de los Miranda en Soria.
Ahora bien, hoy en el facebook de Josu Fernández Villaverde he visto un blasón muy similar existente en la colegiata asturiana de San Pedro de Teverga y me he sentido azuzado a indagar un poco al respecto de estos Miranda y la iconología del escudo, pues es ciertamente singularísimo.
Escudo de los Miranda en la Colegiata de Teverga.
Y es así cómo he sabido que el linaje de los Miranda, a tenor de los cartularios de monasterios asturianos (Corias, Belmonte, Cornellana, la Catedral de Oviedo,…) aparece documentado a mediados del siglo X, si bien las referencias genealógicas más serias se inician a partir de 1394, año en el que Diego Fernández de Miranda se casa con Beatriz Ponce de León. Tuvieron palacios varios en Asturias, principalmente en Oviedo y en Grado. A partir del siglo XVI optaron por tener como panteón familiar la colegiata de Teverga.
Escudo de los miranda en Grado.
Y he aquí la explicación del escudo anterior y, consiguientemente, de parte de los dos blasones fotografiados de más arriba.

Según Ana Álvarez , el tributo de las cien doncellas se cobró anualmente, desde el 783 (fecha en que lo firmó el rey Mauregato) hasta el 862 (aproximadamente), pero la resistencia popular era cada año mayor. “Así, en el 790, reinando Bermudo I, el linaje asturiano de los Miranda se negó a tal entrega. Alvar Fernández de Miranda y otros miembros de su familia, persiguieron a los soldados que custodiaban a las doncellas y los atacaron, para liberar a las mujeres. En recuerdo de esta liberación, los descendientes de la casa de Miranda pintaron cinco caras de doncellas en campo de gules, sosteniendo en sus manos cinco conchas de peregrinos y alrededor del escudo, dos serpientes enlazadas por la cabeza y la cola.
El escudo que describimos, con la corona del marqués de Valdecarzana, puede verse en el edificio que alberga la Audiencia Provincial de Oviedo.”

Investigadores hay que opinan que fue Diego Fernández de Miranda (casado con Leonor Ponce de León en 1394) “quien añadió al originario escudo de las cinco doncellas, las cinco veneras , y el león coronado de los Ponce, procedente de Valdesanpedro de Concejo de Teverga”
Los Miranda de Soria.
De los Miranda asturianos hubo descendientes en la ciudad de Soria que pasaron a formar parte de dos de los doce linajes troncales: Chancilleres y Santacruz. Y a alguno de ellos perteneció el palacio que había en la hoy Calle de Mirandas donde se encuentra el escudo que me llamó tanto la atención durante el Catapán presanjuanero de este año. Una piedra hay en la fachada que informa de que los Miranda fueron capitanes fronteros de Sigüenza, Osma y Calahorra, y que Enrique I de Castilla (1204–1217) otorgó a un Miranda una de sus espadas. También se indica que fueron señores de Cigüela y su castillo, de la Salma de Alparrache y de la Torre de Reznos.
Fueron, estos Miranda sorianos, fieles a Pedro el Cruel, así que su palacio fue quemado por Mosén León y Bertrand Dugüesclin. Posteriormente Juan I les dió mil maravedíes de juro para restaurarlo, según se lee en otra epigrafía de la fachada que comienza así: “En esta casa, cabeza de los Miranda, de nobleza inmemorial, se casó el infante de Navarra con la infanta de Castilla doña Leonor. Tenía privilegio inmunidad de Casa Real.” Y según Pelayo Artigas y Miguel Moreno -de quienes tomo las referencias sorianas- “es razonable pensar que la boda del propio Juan I con Leonor de Aragón, el 18 de junio de 1375, también se celebraría en esta misma casa y oratorio”.
El palacio fue siglos después de los Vilueña. Ya en el siglo XX pasó a ser Escuela Normal de los Maestros, luego Delegación de Hacienda, y posteriormente Colegio de las Hijas de la Caridad y que hoy conocemos como Colegio del Sagrado Corazón que es un Centro Concertado de Educación Infantil, Primaria y Secundaria.
Mas todo esto que he escrito en este post es tan solo historia… Y si por algo quedé fascinado al ver el escudo es por su iconología, de la que hablaré próximamente en la sección Soria Mágica en Soriaymas.com.
Ángel Almazán de Gracia.