POR DÑA. EVA MARÍA MARTÍNEZ LÓPEZ.

A las 15.03 horas del pasado día 23, en la clínica Cemtro de Madrid, donde permanecía ingresado  a causa de una infección respiratoria que derivó en neumonía, fallecía a los 81 años de edad tras una larga enfermedad neurodegenerativa D. Adolfo Suárez González.
Una imagen del Presidente Suárez emitida, en su día, por Televisión Española.
Procedente del régimen del General Franco donde comenzó su carrera política, fue elegido por S.M. el Rey D. Juan Carlos en 1976 para hacer realidad una transición hacia la modernidad, la  democracia y las libertades. Como Jefe del Ejecutivo supo desmontar  las estructuras de la dictadura y, tras legalizar todos los partidos políticos, guió a España hacia las primeras elecciones democráticas en junio de 1977. Elecciones en las que el pueblo le daría en las urnas su plena confianza, convirtiéndose así en el primer presidente de nuestra recién nacida democracia.
El Presidente jurando su cargo ante S.M. el Rey de España.
Doctor en Derecho por la Universidad Complutense, Suárez era natural de Cebreros (Ávila) donde nació en 1932. Inició sus estudios universitarios en Salamanca donde se licenció en Derecho demostrando ya desde esa época una tremenda intuición para la política y un talento innato para las relaciones públicas. Su mentor fue D. Fernando Herrero Tejedor, quién lo introdujo  en las estructuras políticas del Estado, siendo nombrado Procurador en Cortes por  Ávila en 1967, y Gobernador Civil de Segovia en 1968. En 1975 fue nombrado Vicesecretario General del Movimiento alcanzando posteriormente el cargo de Ministro Secretario General, cargo desde  el que el 9 de junio de 1976 defendería en  Cortes la Ley de Asociaciones Políticas que serviría como ariete para lo que después sería nuestra actual democracia.
Escolta militar al féretro del Presidente Suárez en la Capilla Ardiente situada en el Salón de los Pasos Perdidos (Congreso de los Diputados).
A las 10.00 horas de ayer, día 24, el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso de los Diputados acogía la capilla ardiente con los restos mortales del Presidente más querido y admirado de los últimos tiempos. Estancia donde el pueblo le ha honrado con una multitudinaria, emotiva y más que merecida despedida. 
S.M. el Rey, a su llegada, deposita a los pies del féretro el Collar de la Real y Distinguida Orden de Carlos III, tras el Toisón de Oro que ya posee desde que S.M. el Rey se lo impusiera en 2008, la segunda condecoración en importancia en el Reino de España.
S.M. El Rey de España, D. Juan Carlos de Borbón, imponiendo a los pies del féretro el Collar de la Real y Distinguida Orden de Carlos III, concedido al Presidente Suárez a título póstumo.
El Presidente será enterrado, junto a su esposa Dña. Amparo Iliana, en una tumba situada en el claustro de la Catedral de Avila, a escasos diez metros de donde está sepultado D. Claudio Sánchez Albornoz, a la sazón, Presidente en el exilio de la II República.

Diseño del Heraldo Mayor de esta Casa Troncal, D. Fernando Martínez Larrañaga, de las Armas del Duque de Suárez incluyendo el Toison y el Collar de la Orden de Carlos III

Nombrado Duque de Suárez, con Grandeza de España, el día 25 de febrero de 1981, D. Adolfo  fue, por sus muchos méritos, Caballero de la Orden del Toisón de Oro, Collar de la Real Orden de Carlos III, de la Real Orden de Isabel la Católica, de la Real Orden del Mérito Civil, de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, de la Orden de Cisneros, de la Orden Imperial del Yugo y las Flechas, Gran Cruz del Mérito Militar y Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.

Con nuestro mayor agradecimiento, cariño y más sincera admiración.
Hasta siempre Presidente.