POR EL DR. JOSÉ MARÍA DE MONTELLS.

Típico del zote en el que me he convertido, siempre tan preocupado por mi salud, no reparo en que el maestro Fernando del Arco ha  cumplido sus primeros noventa años. Es una noticia para festejar. No todo el mundo cumple noventa años en plenitud de facultades y con la sagacidad mental tan alerta como el maestro del Arco. 
D. Fernando del Arco.
Me entero de su aniversario, porque me llega como regalo, su último libro en edición numerada, una semblanza de mi lejanísimo pariente el heraldista don Francisco Piferrer y Montells, del que nada o muy poco sabíamos y del que yo publiqué hace siglos, su Tratado de Heráldica y Blasón. Fernando del Arco ha conseguido, a fuerza de escudriñar en los archivos, valiosas noticias de su vida y un exhaustivo catálogo de sus obras, imprescindibles para cualquiera que se interese la Ciencia Heroica. Siendo un libro breve, es un modelo, como todas las obras de del Arco, de rigurosidad y solvencia científica. Por ella, conozco que el heraldista catalán tuvo una hija ilegítima de su relación con una haitiana, a la que le dio apellido y educación, antes de casarse con doña María Siqués y Margou, con quien tuvo dos hijos. 
Portada de la obra de D. Fernando del Arco.
Piferrer vivió en Madrid, fungiendo de Maestro de Idiomas y ejerciendo de investigador científico, codeándose con lo más granado de los heraldistas de la Corte, amistando con los Reyes de Armas, don Luis Vilar y Pascual o don Antonio de Rújula y Busel. Ni que decir tiene que este libro del maestro del Arco me ha encantado y no tengo reparo alguno en recomendar su lectura a todo aquel que quiera profundizar en el conocimiento de la vida cotidiana de los heraldistas del XIX, tan despreciados por algunos críticos y tan imprescindibles. Añadir que don Fernando del Arco y García, ha sido y continúa siendo el maestro de varias generaciones de heraldistas, a través de la Cátedra Mossén Diego de Valera del Centro de Estudios Superiores de Heráldica, Vexilología y Ciencias Nobiliarias, del que ejerce como su director. Presidente que fue de la Asociación de Diplomados, a él se debe la creación de  su escuela y de sus cursos, es miembro destacado del Colegio Heráldico de España y de las Indias y académico de la de Genealogía, Nobleza y Armas Alfonso XIII o de la Belgo-Española de la historia, entre otras muchas entidades científicas que se precian de tenerlo entre sus filas. Ha publicado diversos libros relacionados con la genealogía y la heráldica, entre los que cabe destacar su Antología de Divisas y Lemas Heráldicos de Cantabria (su tierra natal)  Heráldica Papal o Labras Heráldicas de la Villa y Corte, por poner algunos ejemplos. Es Medalla de Honor del Ateneo de Madrid y caballero de la Orden de Alfonso X El Sabio. Y acaba de cumplir noventa años, publicando un libro, lo que no es poco. Vaya mi cordial felicitación por ambas circunstancias.