POR D. FREDDY A. CYFUENTES-PANTOJA DE SANTA CRUZ Y BENAVIDES.

Sin duda alguna -y como pocos-, Benavides es un apellido y un linaje con un previo y comprobado origen real, no sólo judío -como el mismo apellido lo evidencia-, sino español, francés, alemán, inglés, e, incluso, italiano y portugués; fruto de la ulterior castellanización del regio linaje de los Ben-Avid o Ben-David (los hijos y descendientes del Rey David), que tiene un primer origen en la Casa de Jacob  y en la tribu de Judá. Linaje real del que también descendían -como lo sienta diáfanamente nuestra Sagrada Biblia-, la Santísima Virgen María y nuestro Redentor; y linaje que no se extinguió con la muerte de Jesús -como alguno equívocamente lo supone-, pues fueron más de veinte los hijos del Rey David con sus ocho esposas (entre ellos, el rey Salomón, nieto, por línea materna, del rey Saúl), con toda su prolija descendencia, habiéndole prometido Yahvé que su linaje jamás se extinguiría (como hasta ahora ha sucedido); y, como una prueba fehaciente de tal promesa deífica cumplida, continuó tal linaje con los Ben-Avid o Ben-David en Israel, y hoy -en un munífico modo, y aun cuando ya sin reyes-, perpetúase con los Benavides en Occidente.   

Con respeto, no es un apellido de origen árabe, ni, muchísimo menos, un apellido de origen francés, castellano o italiano: Corresponde a un asaz antiguo linaje regio, con una incuestionable génesis judía (el rabino Haim Levi, presidente del IFMJ, enlista y reconoce este apellido como de probada sangre y ascendencia judías, como ha determinádose por ADN), empero sin provenir -como otros lo sostienen-, de la progenie del mítico rey Avides (uno de los primeros gobernantes de la Iberia luego del diluvio universal). No. Las dos palabras hebreas que lo componen (Ben-Avid), por sí solas, establecen que su indiscutible genitor en Israel, fue el mismísimo Rey David, así algunos lo cuestionen o lo duden.
Ya en la España -en la antigua provincia de León-, este nobilísimo apellido no tiene un simple y puro origen toponímico en la antigua villa de Benavides de Órbigo como se nos presenta llanamente por parte de algunos respetados genealogistas que marginan y olvidan que, todo linaje español -por ley natural-, necesariamente debe tener un linaje anterior, como es el caso concreto de los Ben-Avid-es. 
Alfonso VII de Castilla y León.
Ni menos, su genitor -como también ha sostenídose equivocadamente-, fue Don Men Rodríguez de Biedma y Benavides, IX Señor de Benavides y I Señor de Santisteban del Puerto (como tampoco lo fuese, el abuelo de éste, Don Rodrigo Íñiguez de Biedma, quien jamás tuvo por linaje el apellido Benavides), sino que, su genitor incontrovertible, auténtico y único -es decir, el primer caballero que tomó el Benavides como el distintivo de su nombre, y con dos siglos de antelación-, fue, a mediados del siglo XII, un ancestro del primero por el lado de la Casa de Benavides, el infante real, Don FERNANDO ALFONSO DE BENAVIDES, I Señor de Benavides -considerado por Lope de Vega como “el rey sin trono”, en su comedia “Los Benavides”-, e hijo amado e ilegítimo del rey Alfonso VII de Castilla y León (un rey proclamado como su abuelo, Alfonso VI, Imperator Hispaniae o Emperador de España, muchísimo antes que los Reyes Católicos). E infante aquél, que fuese concebido con una doncella de la Casa Real de Judea, doña Sancha Fernández de Castro y “Álvarez”, descendiente directa del Rey David (de la Casa Real de los Ben-Avid, antes, los Ben-David). Y princesa judía con la que la Iglesia Católica del entonces -en razón de un execrable odio antisemita, al estimar que los judíos eran un pueblo deicida-, no le autorizase al emperador el matrimonio, quedando como bastardo el único hijo concebido entre ellos; y Casa Real de la que, en realidad -y no de la referida villa-, Don Fernando Alfonso de Benavides (llamado antes por su linaje real castellano, Fernando Alfonso de Castilla), tomara en forma directa y literal su nuevo apellido, en honor a la incuestionable importancia histórica y religiosa de la realeza de su egregio linaje judío (una sabida ascendencia de la que no tenía por qué avergonzarse).Y apellido que utilizaran, a partir de ese momento, todos sus descendientes (entre ellos, los ocho siguientes Señores de la Casa de Benavides, incluida la IV Señora, doña María Suárez de Benavides, quien impuso su apellido a su hijo Alfonso Pérez de Benavides), tomándose y “castellanizándosele” como el linaje de los Ben-Avid-es; y, como en idéntica manera, lo habían hecho en el siglo VIII, los judíos descendientes de tal casa real con la villa que denominarían como Ben-Avid-es (una importantísima villa que, desde las épocas romanas, ya existía en las riveras del Órbigo), como el entonces asiento geográfico de los hijos de los descendientes del Rey David nacidos en la antigua Hispania. Afirmándose razonablemente, que la terminación “es”, adicionada al final de este linaje judío, se relacionaba fonéticamente con el diminutivo de la Eretz (el nombre con el que en la tradición hebrea conocíase a la Tierra de Israel), así como con los individuos pertenecientes la misma, más que con la mera “ez” o “es” adicionada a ciertos patronímicos españoles y portugueses (como Rodrigo=Rodríguez, Ramiro=Ramírez, Sancho=Sánchez, o Fernando=Fernández). Un importante Señorío leones que le entregase Don Alfonso VII a su hijo como compensación -con otros territorios y juderías-, con las reales armas de su linaje (y unas armas que presérvanse incólumes, muy similares a las prohijadas en el escudo de la villa de Benavides de Órbigo), con una corona imperial cerrada y con un león rampante coronado de oro. Mismo que -no por una coincidencia-, recordaba el emblema asignado por Jacob a la tribu de su hijo Judá: El león de Judá.
   Y aun cuando resulta absolutamente palmario el origen real hebreo de este rancio linaje español (así algunos genealogistas, aún continúen negándolo, y lo restrinjan a juro, a un mero toponímico, desconociendo la historia hebrea antecedente de la villa de Benavides y de la misma España), mucho más lo es, su incontrovertible entronque y origen, previos, en la misma realeza castellana, leonesa y navarra, así como su entronque antecedente y directo con las realezas francesa, alemana, inglesa e italiana (con tres santos católicos incluidos), que ennoblecen y honran aún más los  orígenes y el linaje del apellido Benavides, como solamente acaece con contadísimos apellidos en el mundo.
Hugo I Capeto, Rey de Francia.
La historia evidencia -sin el menor asumo de duda-, que este infante real, a pesar de ser hijo ilegítimo, contaba con vínculos de sangre con la realeza castellana, leonesa y navarra, porque era hijo de Alfonso VII, rey de Castilla y León; nieto de la reina Urraca I de Castilla y León (cuñada del Papa Calixto II); bisnieto de Alfonso VI de Castilla y León, y tátara nieto del rey  Fernando I el Magno, de Castilla y León (hijo del rey de Navarra, Sancho Garcés III el Mayor) y de la reina Sancha de León. Tenía vínculos directos con la realeza francesa, porque la esposa de su bisabuelo, Alfonso VI de Casilla, era la reina Constanza de Borgoña, hija de Roberto el Viejo, I Duque de Borgoña; nieta de Roberto II el Piadoso, rey de Francia, y bisnieta de Hugo I Capeto, Duque de los francos, Conde de París, y primer rey de Francia de la dinastía Capeto (quien era hijo de Hugo el Grande, y nieto del rey Roberto I de Francia y de la reina Beatriz de Vermandois, descendiente directa del emperador Carlomagno).
Emperador Carlomagno.
Habiendo sido Hugo I Capeto, a su vez -y como muy bien es sabido-, el tronco generatriz de la Casa Real, en la actualidad, más antigua y poderosa de Europa, así como de las ramas reales de los Bourbon y de los Valois. Casa regia aquella que ha gobernado además de Francia, a España, Portugal, Luxemburgo, Polonia, Sicilia y Hungría desde aquellas épocas; y casa real que, inclusive, tiene vínculos con la reina Isabel II de Inglaterra, por línea materna, y con la antigua casa imperial de Kiev.
Contaba también, con vínculos directos con la realeza alemana, por el lado sajón y germano, porque Fernando Alfonso de Benavides, tenía por bisabuela, a la reina Constanza de Borgoña, quien era chozna de la princesa Hedwige de Sajonia o Hedwige von Sachsen (hermana de Otón I el Grande, rey de Alemania y, posteriormente, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico; e hija de Enrique I el Pajarero, rey de Francia Oriental -hijo de Otón I, Duque de Sajonia-, y de la reina, Santa Matilde Von Ringelheim und Frisie).
Reina Constanza de Borgoña.
Y contaba también, con vínculos de sangre directos con la realeza inglesa e italiana, porque la esposa de Hugo I Capeto -y de la que también descendía el infante Fernando Alonso de Benavides-, la reina Adelaida de Aquitania (la madre de Roberto II el Piadoso), era hija de Guillermo III, Duque de Aquitania, hijo del infante Ebles Manzer de Aquitania (hijo bastardo de Ranulfo II, rey de Aquitania) y de la princesa inglesa, Adele de Wessex (hija de Eduardo I el Viejo, rey de Wessex y rey de Inglaterra; nieta de San Alfredo el Grande, rey de Wessex y rey de los Anglosajones, quien, con ulterioridad, sería declarado santo de las Iglesias Católica, Ortodoxa y Anglicana; un rey santo que, además, era nieto de Egberto el Grande, considerado como el primer rey de Inglaterra). Amén de ser  Adelaida de Aquitania -o Adelaida de Poitou-, al igual que su esposo, Hugo I Capeto, descendientes del gran emperador Carlomagno, el primer emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, rey de los francos y rey nominal de los lombardos, así como de su padre, el también rey de los francos, Pipino III, el Breve (nieto a su vez, de Pipino II de Heristal, el Joven, y tátara nieto de San Pipino I de Landen). Lo que patentiza, aún más, el ancestro real europeo del infante Fernando Alfonso de Benavides por más de 500 años, unido a su ancestro real israelí, por más de 2.000 años, como un descendiente de la Casa de los Ben-Avid. Una realidad histórica que hace absolutamente incontrastable e incontestable, el rancio, nobilísimo y regio origen y linaje de los Benavides.  
Alfredo El Grande.
Por lo tanto, y exceptuando a quienes en la actualidad ostentan títulos nobiliarios españoles y europeos (no menos de treinta), el Benavides que llevase, llevare, o haya tenido en alguno de sus ancestros este ilustrísimo apellido por sangre (no por adopción, ni por matrimonio, ni por concesión, ni por dádiva), y sin importar que tan humilde hoy pudiese o pudiere ser, es nobleza no titulada (los primeros son nobleza titulada), al descender del infante real, Don Fernando Alfonso de Benavides, I Señor de Benavides, así como de la Casa de Benavides de las juderías de León; y al descender, de Don Alfonso Pérez de Benavides, V Señor de Benavides (judío, bisnieto por línea paterna, del rey Alfonso IX de León y Castilla, hijo del rey Fernando II de León y de la reina Urraca de Portugal -hija de Alfonso l Enríquez, el primer rey de Portugal-; y nieto también, del emperador Alfonso VII de Castilla y León), quien era hijo de Don Pedro Alfonso de León, Señor de Astorga, y de María Suárez de Benavides, IV Señora de Benavides. Y por descender, del IX Señor de Benavides y I Señor de Santisteban del Puerto, Men Rodríguez de Biedma y Benavides (de la misma progenie de Fernando Alfonso de Benavides y del rey Alfonso VII), hijo de Diego Sánchez de Biedma y Benavides y de María Afonso de Benavides; hija de Juan Alfonso o Alonso de Benavides, VI Señor de Benavides, y hermana de Juan Alfonso de Benavides, el Mozo, VIII Señor de Benavides (quien, al no dejar descendencia, instituyó por testamento, en 1358, en la villa de Ágreda, no sólo la sucesión legítima de la Casa de Benavides en su primo y sobrino por el linaje Benavides, Don Men Rodríguez de Biedma y Benavides, sino que, para que no se perdiera este linaje y apellido con su muerte y la de su hermano Pedro Alfonso de Benavides, dispuso también en su testamento que, por mayorazgo, el apellido Benavides se llevara en una manera obligatoria en sus descendientes, extendiéndose luego a todos ellos). Y procede, al igual -por el lado de la Casa de Biedma, y no de la Casa de Benavides, como mal se ha aseverado-, del célebre Don Iñigo Iñiguez de Biedma, el reconquistador de Andalucía, y de su hijo, Rodrigo Iñiguez de Biedma, abuelo de Men Rodríguez de Biedma y Benavides. Realidad por la que el origen del linaje de los Benavides no se halla en Rodrigo Íñiguez de Biedma, como otros lo sostienen (un noble caballero de Jaén que, reitero, jamás portó por linaje ni sangre el apellido Benavides), sino que se encuentra -y como lo ha ratificado el reconocido genealogista español, Fernando González-Doria-, en su regio y genuino genitor, el infante Don Fernando Alfonso de Benavides, como el primero que -en una época difícil para los judíos, empero con el apoyo de su regio padre-, prohijó este apellido judío para su descendencia. Al igual que se halla, en la asaz conspicua y antigua Casa de Benavides, con sus reales armas; enraizándose, forzosamente, en toda su previa y real ascendencia israelí y europea… (así a algunos genealogistas poco y nada les agrade); y entroncándose posteriormente con los más ilustres y nobles linajes españoles.
Rey David, genitor de los Ben-Avid.
Nunca olvidemos que todo linaje español o europeo, y todo genitor, cuentan con una ascendencia y un linaje previos, fuesen éstos conocidos o no (resulta indiscutible que no surgieron de la nada). Y el linaje antecedente de los Benavides, sin hesitación alguna, es regio: Ni su padre, el emperador, ni el infante Fernando Alfonso, ni, muchísimo menos, los Benavides, surgimos por generación espontánea; y hoy, nuestro indeclinable compromiso -y sin importar dónde nos hallemos, ni la Fe que profesemos-, es honrar a nuestro único Dios, así como a todo este ilustrísimo linaje real, incluyendo al Ben-Avid…
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
•Diccionario Heráldico y Nobiliario de los Reinos de España, Fernando González-Doria, Bitácoras S. L. 1.994
•Nobiliário das Famílias de Portugal. Felgueiras Gayo. Carvalhos Basto, 2ª Edición. Braga, 1.989
•La Dynastie Capétienne. Thierry Le Hête. Edición, 1ª Edición. La Bonneville-sur-Iton, 1.998
•Genealogía de las Dinastía de la Casa de Borgoña, s. XII-XIII, www.xenealoxiasdoortegal.net/ortegal/borgona. htm
•Larousse Universal ilustrado. Diccionario Enciclopédico. Ed. Larousse; París (Francia), 1.953
•Diccionario Enciclopédico ilustrado. Volúmenes I, II y III. Ed. Sopena S. A.; Barcelona (España), 1.965
•La Sagrada Biblia (Félix Torres Amat). Ed. Uteha; México, D. F., 1.954
•La Casa Ben-Avides en Facebook
•El origen de Benavides, Diario de León, 04-04-2005.
•Es.scribd.com/doc/4586321/listaapellidos
•Sefardí.webs,com/Shefardic Genealogy/Genealogía
•www.centrodeestudiossefardies.com
•BENAVIDES – Significado del Apellido || Genealogía Judía. www.genealogiajudia.com/BENAVIDES
•http://bethaderech.com/sefardic-genealogy-genealogia/apellidos-sefarditas-letra-b/
•Blog de la Casa Troncal los Doce Linajes de Soria. Artículo: “Santacruz, Santa Cruz, marqueses de Santa Cruz y los Benavides”, Partes I y II, Enero 19 y 20 de 2.013, Freddy Cyfuentes-Pantoja de Santa Cruz y Benavides.
•María Afonso de Benavides. http://www. geneall.net/H/per_page.php?id=8747.
•Anotaciones genealógicas inéditas de la familia Cyfuentes-Pantoja De Santa Cruz. Freddy A. Cyfuentes-Pantoja De Santa Cruz y Benavides.
•Imágenes tomadas de www.google.com

SANTA MATILDE. 
Reina Santa Matilde von Ringelheim und Frisie.
  
Freddy A. Cyfuentes-Pantoja De Santa Cruz y Benavides.
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