POR EL DR. D. JOSÉ MARÍA DE MONTELLS Y GALÁN, HERALDO MAYOR DE ESTA CASA TRONCAL. 
Como continuación de la entrada que dediqué recientemente a la Orden del Sello de Salomón, no está de más, me dicen, ofrecer una panorámica de las caballerías imperiales. Aquí va. Dejo para otra comunicación, las ordenes fundadas posteriormente a la caída del régimen monárquico, por el Consejo de la Corona, el organismo que administra la causa imperial cuando existe un interregno o el Trono está vacante. He de añadir que tengo verdadera inclinación por estas órdenes ecuestres que vendrá, de seguro, por mi apego a la Historia de Etiopía, la única nación africana siempre independiente, un Imperio cristiano, rodeado por países hostiles, animistas o islámicos.
ORDEN DE LA REINA DE SABA.
Fue fundada por la Emperatriz Zeiditu, siendo Regente el Ras Tafari, en 1922, originalmente para damas, aunque no parece que fuese otorgada hasta la coronación del emperador Haile Selassie I, en 1930. 
Medallón con la efigie de la Emperatriz Zeiditu.
 En nuestros días, es la tercera de las caballerías imperiales en orden de precedencia. SM la Reina doña Sofía ingresó en esta Orden, como Gran Cruz en 1972, siéndole impuesta por el propio Emperador, en Addis Abeba, como ya dije en una entrada anterior. Rememora, según la leyenda, a la Reina Makeda, la reina etíope que visitó Israel para conocer al Rey Salomón, de quien enamoró por su sabiduría. La Reina dio a luz un hijo, Menelik I, de quien desciende la sangre imperial. 
Orden de la Reina de Saba.
Hacia 1950, la orden se abrió a los caballeros, concediéndose a, Su Alteza Real el Duque de Edimburgo del Reino Unido, el presidente Charles De Gaulle de Francia, el presidente Dwight D. Eisenhower de los Estados Unidos o el Emperador Bokassa,  aunque siguió otorgándose a las princesas imperiales o extranjeras. Creada en cinco clases: Gran Cruz, Gran Oficial, Comendador, Dama y Medalla, hoy se concede en la categoría de Gran Collar y Gran Cruz. En 2006, el Gran Collar le fue concedido por el Consejo de la Corona a la Duquesa de Braganza y en 2009, a la princesa Ana Bagration de Georgia.
Su emblema es la estrella de David o Sello de Salomón, compuesta de dos triángulos iguales, uno, de esmalte verde esmeralda y otro, de esmalte amatista o morado, resaltados de un busto, puesto de perfil, de la reina, de oro. También se encuentran ejemplares sin esmaltes, probablemente fabricadas por Savadjian, el fabricante de la Casa Imperial, en Addis Abeba. La banda es de moaré morado con anchas franjas verdes a cada lado de los bordes.
ORDEN DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD.
Fundada por Haile Selassie I, cuyo nombre traducido significa Poder de la Trinidad, con motivo de su coronación, en 1930, para recompensar servicios al trono, estaba limitada a la nobleza y el alto clero. Sin embargo, como consecuencia de la guerra contra Italia, fue concedida a algunos regimientos imperiales especialmente distinguidos. Su insignia es un medallón circular acolado de una cruz cuyos brazos terminan en cuatro pétalos abiertos. El centro, esmaltado de azul celeste, y dividido en tres cuarteles va cargado de las efigies de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Toma su nombre del misterio central de nuestra religión, el Padre es Dios, el Hijo es Dios y el Espíritu Santo es Dios, y sin embargo no hay tres Dioses, sino un solo Dios. En esta Trinidad las Personas son coeternas y coiguales: todas, igualmente, son increadas y omnipotentes.
Collar de la Santísima Trinidad.
Para quién no lo sepa, resultará curioso que todos los emblemas simbólicos del  reinado de Haile Selassie, fueron alusivos a este misterio de la Santísima Trinidad, de su imperial predilección. Hasta las divisas de su ejército (luceros de tres puntas) evocaban la Trinidad. La banda es roja con franjas oro en los bordes. Originalmente fundada en cinco clases: Gran Cruz, Gran Oficial, Comendador, Oficial y Caballero, ahora, el Consejo de la Corona ha restaurado la orden en un solo grado: Gran Cruz y en excepcionales circunstancias, con el Gran Collar. Es otorgada a personas muy notables, nacionales o extranjeras, que hayan servido a la Casa Imperial. Después de la revolución, le fue concedida al general William Westmoreland, líder estadounidense de la guerra de Vietnam. Su Alteza Imperial el Gran Duque Jorge de Rusia recibió el Gran Collar en 1998.
En 2006, tuve el alto honor de ser honrado con la Gran Cruz de esta caballería que constituyó para mí, una enorme satisfacción, dada mi devoción por ese misterio de nuestra fe y mi fervorosa simpatía por su Fundador. Mis queridos amigos, don Alfredo Escudero y Díaz-Madroñero, Gran Canciller de la Casa Real de Georgia y don Carlos Gereda de Borbón, Marqués de Almazán también han sido agraciados con esta insignia imperial.
ORDEN DEL EMPERADOR MENELIK II.
Creada por la emperatriz Zeiditu en 1924, en memoria de su padre Menelik II, fue la primera de las órdenes imperiales durante los reinados de la propia Zaiditu y Leg Iyasu, su sobrino musulmán que el Ras Tafari condenó a vivir en una cueva. Cuando Iyasu dio el alma a las huríes del profeta, Tafari se coronaba, como Haile Selassie, con la tiara imperial.
Emperador Menelik II.
 También se la llamó Orden del León de Judá, lo que movió al Consejo de la Corona mucho después (en 1996) a crear una Orden del León de Etiopía, por evitar la confusión. De su fundadora se cuenta que era su costumbre asomar el bello rostro de ébano, por una ventana del palacio de Gondar, por esperar a un novio que tuvo de moza y marchó palmero a Tierra Santa. Nunca llegó a Jerusalén, que le habían asaltado los derviches cuando avistaba las altas cúpulas de Asmara y después de desvalijarle los ricos regalos para el patriarca, le habían dado muerte, dejando sus despojos a la rapiña del buitre, volador en el límpido cielo. Lo encontraron unos guardias de fronteras, pero la emperatriz, aquejada de obesidad, nunca les creyó.
Menelik II,  fue Negus de Shoa, en la Etiopía central, y Negus Negesti o Emperador de Etiopía desde 1889 a 1909. Menelik II transformó Etiopía, creando, a partir de una serie de estados semiindependientes, una nación unida.
Órden de Menelik II.
La presea de esta caballería es una cruz patada de esmalte grana, fileteada de verde y oro, con un círculo central verde con las armas imperiales antiguas o abreviadas del emperador Menelik II, esto es con el abanderado león de la tribu de Judá de oro. Rodeado de una banda roja a modo de bordura y sobre el león del círculo central, la leyenda en amhárico El león de la Tribu de Judá salva conquistando. Superado todo de la tiara de los emperadores. La banda es de moaré amarillo con franjas rojas y verdes a cada lado. Siempre se ha concedido en cinco grados, Gran Cruz, Gran Oficial, Comendador, Oficial y Caballero. Fue concedida a los oficiales superiores de las fuerzas armadas y a los altos funcionarios judiciales. Los marqueses españoles de La Lapilla y Almazán y el gran tratadista y amigo don Daniel García Riol son Grandes Cruces de esta caballería.
ORDEN DE LA ESTRELLA DE ETIOPÍA.
Es caballería fundada por el emperador Menelik II en 1884, en su condición de Negus de Shoa, antes de convertirse en Emperador, que se creó a imagen y semejanza de la Legión de Honor francesa, por recompensar el valor militar, aunque también se concede al mérito civil. Consta de cinco clases de caballeros. 
Órden de la Estrella.
Su joya es una elaborada estrella de oro de veintidós puntas, cuyo centro se resalta de una cruz copta de esmalte rojo, rodeada de cuatro cruces de lo mismo. La banda es de los colores nacionales, verde, amarillo y rojo. Ha tenido muchos y variados diseños, siempre afiligranados y embellecidos a la manera tradicional. En la actualidad, se fabrica en Portugal, en la firma Frederico Costa y en Francia.
Tanto en el pasado como hoy en día se concede con cierta liberalidad para los seguidores de la Causa Imperial. La orden es discernida ahora por el Presidente del Consejo de la Corona, el Príncipe Imperial Ermias, aunque en tiempos de la conquista italiana, quiso otorgarla como propia, el Rey Emperador Víctor Manuel, con el beneplácito del señor Duque de Aosta, que airado se lo quitó de la cabeza, pues no concebía dicho príncipe italiano que se arrumbase la orden de San Mauricio y San Lázaro. Sin embargo, el Negus en Ginebra, poco antes de su discurso en la Sociedad de Naciones, recompensaba con ella a sus muchos guerreros y partidarios. Se otorga en los cinco grados clásicos: Caballero de la Gran Cruz, Gran Oficial, Comendador, Oficial y Caballero.
Salacot de la Guardia Imperial.