D. Antonio de Castro y García de Tejada, Halconero Mayor del Reino, tras haber logrado clasificarse campeón de la 1ª Copa de Cetrería de la Rioja y subcampeón de Castilla La Mancha (en ambas ocasiones en la modalidad de altanería), participará (D.m.) en la ciudad sevillana de Osuna en el XXI Sky Trial del Campeonato de España de Cetrería 2012.
D. Antonio de Castro y García de Tejada. Halconero Mayor del Reino.
El arte de cetrería, declarado el pasado año 2010 por la UNESCO Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, ha sido siempre una actividad minoritaria y singular. En el pasado, por estar reservada a reyes y nobles y en la actualidad por su enorme complejidad y completa dedicación que requieren las aves de presa dedicadas a la caza de altanería. El arte de cetrería nada tiene que ver con las exhibiciones que se ofrecen en ferias y mercadillos medievales, tan de moda en la actualidad, y como bien ha expresado D. Antonio de Castro: “Comparar ambas actividades  (la cetrería y las exhibiciones) es como comparar el aeromodelismo con la aviación  o el arte de la navegación con subirse y remar en una barca en el estanque del parque del Retiro”.

D. Antonio de Castro recibe el trofeo de manos de D. Miguel Urbiola, Director General de Medio Ambiente de La Rioja.

Existen en cetrería tres modalidades: la altanería, el brazo tornado y el alto vuelo.

La modalidad de altanería es la más compleja debido a que el halcón ha de mantenerse con la forma física de un atleta y confiar plenamente en el halconero pues ha de abandonar el puño del cetrero sin haber avistado previamente la pieza y batiendo alas con energía colocarse en la vertical del halconero, a veces remontando hasta los cuatrocientos metros de altura para, desde el cielo, esperar a que el maestro, ayudado por perros de muestra, encuentren, muestren y levanten la pieza sobre la que picará el halcón quien, subiendo a las alturas con la dulzura de una plegaria, picará sobre la pieza con la fuerza de una maldición.

D. Antonio de Castro con Cameros, y tras él D. Luis Asúa Viceconsejero de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, con su mujer Dª Ana.

 La belleza de la modalidad estriba en poder disfrutar en los bellos paisajes españoles  de lo que la naturaleza raramente nos muestra: como es la elegancia del vuelo del príncipe de las aves, el halcón peregrino, a decir del Halconero Mayor del Reino; así como la perfección del lance, la perfecta sintonía entre el halcón y el halconero y el dramatismo de los impresionantes descensos de los buenos halcones sobre las piezas, sobre las que se dejan caer a velocidades extraordinarias, para intentar la captura -que no siempre se produce- pues las piezas silvestres están también perfectamente preparadas para zafarse del vuelo del halcón de tal forma que, una vez enfrentados el depredador y el depredado sólo el más hábil, el más fuerte y el más ágil ganará la batalla por la supervivencia. La incertidumbre del resultado y la gran variable de circunstancias que el halconero debe considerar para facilitar el lance (temple del halcón, tipo de pieza, dirección y velocidad del viento, temperatura, presión atmosférica, distancias, ubicación de heridas y perdederos etc…) así como el fino hilo que une al halcón y al halconero “Más fino que el más fino de los cristales de Bohemia”, en palabras de D. Antonio de Castro, hacen que cada vez que el halconero, soltando pihuelas, libera el halcón para iniciar la caza pueda ser la última vez que ambos se rencuentren. Particular que adorna la actividad con intensas emociones e incertidumbres que hicieron exclamar al clásico que “En cetrería y amores por un placer, mil dolores”.

Un nutrido grupo de halconeros.
 Tanto las modalidades de brazo tornado como la de alto  vuelo son también muy interesantes, aunque resultan menos complejas y requieren de menos fineza a la hora de practicarlas pues en ambas modalidades la rapaz sale del puño del halconero tras haber levantado éste previamente la presa. La diferencia entre el bajo  y el alto vuelo radica en que en aquel el lance se desarrolla en el mismo plano y se suele practicar con azores y otras aves de presa que persiguen sus piezas de poder a poder produciendo lances rápidos e intensos. Cazándose de esta manera, liebres, conejos o perdices. El alto vuelo se practica con halcones que persiguen grandes piezas que en vez de intentar zafarse del halcón llegando antes que él a un lugar seguro lo intentan volando alto, generando lances muy largos -a veces de más de veinte minutos- sobre piezas mucho más grandes que los halcones a los que obligaban a perderse de vista detrás de ellas en el cielo. En la época dorada de la cetrería se capturaban piezas tan difíciles por su enorme tamaño, fuerza y agresividad como garzas, grullas, milanos o cuervos. A decir del cronista Fernández de Oviedo esta última modalidad fue la predilecta del rey D. Fernando el Católico.
D. Antonio de Castro competirá en Osuna con un torzuelo de halcón peregrino de nombre Cameros, así bautizado en recuerdo de los montes donde se ubica el Antiguo e Ilustre Solar de Tejada del que D. Antonio de Castro es caballero hijodalgo.
D.Antonio de Castro y García de Tejada con Noa y el halcón Goli Goli, tras haber capturado un azulón.
Como muchas veces ha manifestado el Halconero Mayor del Reino y reproduciendo sus palabras : «La cetrería es una actividad que nos recuerda que el hombre -una vez- vivió integrado en la naturaleza. Una naturaleza bella y agreste, como la castellana, bajo cuyo cielo azul los halcones se hacen altaneros y se entrelazan con los versos de los místicos. Por eso siempre me habréis oído decir que los halconeros estamos más cerca de Dios pues siempre nos encuentras mirando al cielo”. 
Desde este blog, el Real Gremio de Halconeros junto a todos los Caballeros y Damas que componen esta Casa Troncal, desean  a D. Antonio, a su perrita Nube y al halcón Cameros, la mayor de las fortunas y el más favorable de los vientos.