Por el Dr. Francisco Manuel de las Heras y Borrero.
El Reino de Toro, fundado por Omukama Kaboyo Olimi I en 1830, es uno de los cinco reinos reconocidos por la actual Constitución de Uganda (Toro, Buganda, Bunyoro, Ankole y Busoro).
Bandera del Reino de Toro.
En 1966 el movimiento nacionalista liderado por Milton Obote abolió los reinos, acusando a sus titulares de colaboración con las autoridades coloniales británicas.  Los años 1970 – 1980 se caracterizaron por una gran inestabilidad política. Los reyes de Toro y Buganda se vieron obligados a exiliarse para escapar al régimen de terror instaurado por Idi Amin Dada.
En 1993, por iniciativa del Presidente Museveni, todavía en el poder democráticamente elegido, el Parlamento reformó la Constitución y se volvieron a restaurar los reinos tradicionales, que, aunque no recuperaron la soberanía de que disfrutaban en la época pre colonial, gozan de competencias en materia social, económica y de desarrollo de las comunidades locales, además de las habituales en materia cultural. Cada reino tiene su propio gobierno y parlamento.
Mapa de Uganda y sus cinco reinos constitucionales.
Los reyes son muy queridos por sus respectivos pueblos, en quienes personalizan su identidad, manifestada en su lengua, costumbres y tradiciones.
Una reciente oportunidad de apreciar este fervor popular la hemos tenido con ocasión del reciente matrimonio de la Princesa Komuntale, de 23 años, hermana del joven Rey de Toro, aún soltero, con el estadounidense, de origen africano, Christopher Thomas, 7 años mayor que ella, a quien conoció durante sus estudios en Washington.
Recorte de prensa que recoge la noticia del enlace.
La noticia de la boda ocupa artículos en todos los medios escristos del país.
No es normal los matrimonios de la realeza africana con personas ajenas a su entorno cultural. En este caso, la Reina Madre, Best Kemigisa, aprobó la boda considerando el origen africano del prometido de Komuntale.
Del brazo de su hermano el Rey Oyo Rukidi IV, el 17 de noviembre pasado, Komuntale llegaba a la Catedral anglicana de St. John, en Fort Portal, la capital de Toro. Más de 2.000 invitados fueron testigos del acto, entre los que se encontraban una amplia representación de la realeza africana, el cuerpo diplomático acreditado en Kampala y las más altas autoridades de la República de Uganda. El Presidente Museveni, de gira oficial por varios países de Asia, se hizo representar por el Vicepresidente. Un suntuoso banquete, celebrado en el Palacio Real de Toro, siguió a la ceremonia religiosa.
El actual Rey de Toro Oyo Rukidi IV.
Según la tradición, Chistropher Thomas, el feliz novio, no tendría que aportar nada para la boda, porque “una Princesa de Toro no tiene precio”. No obstante, él le ha hecho a  su prometida regalos de ensueño.
Un nuevo perfume, “Princesa Komuntale”, ha sido lanzado al mercado para conmemorar los fastos reales.
La noticia ocupa las portadas de algunos medios escritos.
Con ocasión de la boda real, hemos podido apreciar cómo toda la población de Uganda ha vivido unos días de auténtico fervor monárquico. La prensa se ha hecho amplio eco de todos los actos organizados. Adjuntamos una muestra que puede dar una idea del ambiente vivido.
El hermano Reino de Buganda, no queriendo quedarse atrás, ya ha anunciado para principios de enero del próximo año la boda de su Príncipe David Wassajja, de 46 años, hermano del Rey Mutebi II, con Marion Nankya, hija de un reputado parlamentario. Respondiendo a la curiosidad e interés de numerosos seguidores de este Blog, no faltaremos a informar cumplidamente de estos enlaces reales.
El enlace llena las páginas de los principales diarios del país.
Más de 2.000 invitados fueron testigos del acto, entre los que se encontraban una amplia representación de la realeza africana, el cuerpo diplomático acreditado en Kampala y las más altas autoridades de la República de Uganda. El Presidente Museveni, de gira oficial por varios países de Asia, se hizo representar por el Vicepresidente.
 Tradición y modernidad, autoridades electas junto a autoridades permanentes conviven armoniosamente en muchos países africanos, algunos de los cuales regulan esta materia a nivel constitucional, como Uganda.