Por D.Ángel Almazán de Gracia.

En la primera mitad del siglo XVI, por decisión del obispo Acosta, se derrumba la iglesia románica de San Pedro y la zona sur del claustro para alzar una imponente iglesia columnaria gótica. He aquí sus datos principales.
Entre 1520 y 1543 han situado diversos autores la demolición de la colegiata románica de San Pedro para construir, en su lugar, la actual iglesia concatedral. Unicamente se dejaron en pie tres paños del magnífico claustro románico. El templo actual es, como indica Martínez Frías, «un magnífico exponente del tipo de iglesia columnaria». 

 Su planta y la configuración de sus bóvedas las podemos ver en el plano del citado investigador del gótico soriano con la que abrimos este artículo. Sus dimensiones son 54 m. de largo por 36 de ancho y 18 m. de altura, lo que nos da una proporción aritmética de 2:3:6.
Se comenzó a construir durante el mandato del obispo Acosta (1539-1563) y concluida en el de Tello Sandoval (1567-1578), como lo testimonian sus escudos.
En la poligonal y reducida capilla mayor se ven los escudos de los Morales, Barnuevo y don Vela, linajes que costearían parte de la construcción.
Las capillas laterales «se arbitran por el sistema de capillas hornacina, es decir, dispuestas entre contrafuertes, sistema, como es sabido, muy al uso en la arquitectura española desde la época de los Reyes Católicos», indica Martínez Frías.
En la primera de ellas, comenzando por los pies, en el lado de la Epístola, dedicada a la Virgen del Azogue, hay una inscripción que testifica la iglesia terminó de construirse en el año 1577.
Cabe reseñar igualmemente que la antigua capilla de San Pablo o del Crucifijo, tiene la advocación de San Saturio desde el siglo XVIII. La cabeza-relicario del santo patrono de la ciudad se encuentra en ella y es objeto de procesión por el claustro y culto con misa solemne cada 2 de octubre.
Las dos portadas de la iglesia son renacentistas. La torre estaba terminada en 1604.

Además de las iglesias románicas ya reseñadas, en la ciudad de Soria quedan algunos restos románicos de antiguas iglesias. De ello vamos a hablar culminando, así, este breve repaso al románico de la capital soriana.
Dos paredones, por ejemplo, quedan de San Ginés, en la ladera del Mirón, al este de la ermita de Nuestra Señor adel Mirón, ermita barroca cuyo ábside parece ser de finales del s. XII y cuyo interior es imperceptible al estar tapado por el retablo mayor.
Igualmente, cerca de la muralla y del puente del Duero, susbiste parte del ábside y de los muros de la nave de San Agustín el Viejo, construido en encofrado de cal con piedras caliza (como en San Ginés).
 Señalaremos igualmente la presencia de dos estelas medievales en la puerta de la última casa de la calle de Santa Cruz, presumiblemente del cementerio de la iglesia homónima que había entre San Pedro y el Mirón.
Por otra parte, de la antigua iglesia de Nuestra Señora de Cinco Villas queda una portada insertada en el convento de Carmelitas Descalzas mirando a la plaza de Ramón Ayllón.
Igualmente subsiste un poco del ábside de la iglesia de San Miguel de Cabrejas formando parte de una vivienda del s. XIX al inicio de  la calle San Lorenzo.

A su vez, en el Museo Numantino hay un crismón de una iglesia próxima al castillo y un capitel de San Clemente. Asimismo hay algunos restos románicos en el museo de la concatedral trasladados desde San Nicolás.
Idea original , textos e imágenes publicados con anterioridad en
http://www.soriaymas.com/