Por el Dr. Francisco M. de las Heras y Borrero, Presidente de la Diputación de Linajes de esta Casa Troncal.

Cuando se estudia la casi milenaria historia de la Soberana Orden de Malta, rica y variada, tomamos buena cuenta de los avatares sufridos en Tierra Santa, el Mediterráneo y Europa, principalmente, al ser estos lugares, sin duda alguna, los escenarios más significativos de sus gests.

No obstante, la presencia de la Orden, con ejercicio pleno de soberanía sobre una base territorial, puede constatarse en otra parte del planeta, con independencia de su dominio, primero sobre Chipre y Rodas, y, después, sobre Malta y sus islas colindantes.
En efecto, la Orden Soberana de Malta tuvo una presencia más que simbólica en la isla de Saint Croix, una de las Islas Vírgenes  actualmente en posesión de los Estados Unidos.
Pero, ¿cómo llegó esta isla, en pleno mar Caribe, no lejos de Puerto Rico y de República Dominicana a manos de los Caballeros de Malta?, ¿cuánto tiempo estuvo ejerciendo su soberanía plena la Orden de Malta sobre esta isla?, ¿cuándo y cómo perdió su soberanía, que tan apreciada habría resultado cuando la Orden fue expulsada de Malta por Napoleón en 1798, perdiendo así su soporte físico territorial?
Mapa de las Islas Vírgenes.
Vamos, a continuación, a contestar a todos estos interrogantes.
Saint Croix es una isla del mar Caribe, que actualmente es un condado y distrito constituyente de los Estados Unidos en las Islas Vírgenes, con el estatus de Territorio No Incorporado y  que carece de representante en el Congreso. Los habitantes de las islas tienen la ciudadanía estadounidense pero no tienen voto en las elecciones nacionales y no pagan impuestos elevados, salvo los establecidos por el Virgin Islands Bureau of Internal Revenue.
Es la mayor de las Islas Vírgenes estadounidenses, con una extensión de (45 x 11 km). Sin embargo, la capital del territorio, Charlotte Amalie, en recuerdo de Carlota Amalia de Hesse-Kassel, se encuentra en la isla de Saint Thomas.
La historia de la isla de Saint Croix, o Santa Cruz, es, como la historia de gran parte de las islas caribeñas, muy azarosa. Su territorio ha formado parte de varios países diferentes. Fue colonizada sucesivamente por España, Gran Bretaña, Francia, los Caballeros de Malta, Dinamarca y los Estados Unidos.
Cuando Cristóbal Colón llegó el 14 de noviembre de 1493, la isla, a la que bautizó con el nombre de “Santa Cruz”, estaba habitada por indígenas arawaks y caribes. Los enfrentamientos entre españoles y caribes se sucederían durante más de un siglo, hasta que los españoles abandonaron la isla. Durante el siglo XVII llegaron colonos holandeses e ingleses, que pronto se enfrentaron entre ellos por el control del territorio. Finalmente, los holandeses abandonaron la colonia. La presencia inglesa se mantendría hasta 1650, cuando sus asentamientos fueron destruidos por los españoles, que poco después fueron desplazados por los franceses.
Saint Croix- Residencia Colonial.
Y es aquí, durante este periodo de dominación francesa cuando tiene lugar el control, posesión y soberanía plena de la isla de Santa Cruz por parte de la Orden de Malta, pasando a ser gobernada por sus caballeros.
En el año 1653, Phillippe de Longvilliers de Poincy, gobernador de la colonia francesa de Saint Kitts, otra isla caribeña, que ejercía la jurisdicción sobre Santa Cruz, mediante disposición testamentaria  cede dicha isla a la Orden de Malta, que la acepta sin limitación de clase alguna.
Durante ocho años (1653 – 1665) la Orden de Malta es la potencia soberana de esta isla caribeña, bien alejada de Europa y del Mediterráneo. Durante estos años,  cinco Grandes Maestres de la Orden de Malta fueron los soberanos de la isla de Santa Cruz: Jean de Lascaris Castellar, 57º Gran Maestre de 1636 a 1657; Martín de Redín y Cruzat, 58º Gran Maestre de 1657 a 1660; Anne de Clermont de Chaste-Gessan, 59º Gran Maestre de 1660 a 1660; Rafael Cotoner y de Oleza, 60º Gran Maestre de 1660 a 1663; Nicolás Cotoner, 61º Gran Maestre de 1663 a 1680.
En 1665, bajo el mandato de Nicolás Cotoner, la Orden toma la decisión de vender su posesión caribeña ante los obstáculos que entrañaba la lejanía de la misma y las dificultades de todo orden a que tenía que hacer frente en el Mediterráneo. La  isla de Santa Cruz es comprada por la Compañía Francesa de las Indias Orientales, empresa comercial, fundada por las cartas de patentes del 27 de agosto de 1664, cuyo objeto era » navegar y negociar en la zona que abarca desde el cabo de Buena Esperanza, los mares orientales y en toda la India», con monopolio del comercio por un periodo de cincuenta años. Su creación tenía como objetivo competir con la Compañía inglesa de las Indias Orientales y la Compañía holandesa de las Indias Orientales.
A partir de este año, 1665, la Orden de Malta abandona su soberanía sobre el territorio caribeño, replegándose íntegramente al continente europeo.
En 1733 la Compañía Danesa de las Indias Occidentales y Guinea, establecida en Saint Thomas en 1672, obtiene Santa Cruz de la Compañía Francesa de las Indias Orientales. En 1754, las islas de Saint Thomas y Saint Croix fueron vendidas al Rey de Dinamarca, convirtiéndose en colonias reales danesas.
Dinamarca intentó vender o intercambiar las islas durante finales del siglo XIX y principios del siglo XX, participando en negociaciones con los Estados Unidos y Alemania.
 Las islas (excepto Water Island) fueron vendidas, por 25 millones de dólares oro, el 12 de diciembre de 1916 a los Estados Unidos, que tenía intereses debido a su posición estratégica. La administración danesa oficialmente terminó el 31 de marzo de 1917. Debido a la evolución de la Primera Guerra Mundial, el gobierno de los Estados Unidos temía que las islas caribeñas danesas terminaran cayendo en manos de los alemanes, y que las utilizaran como bases militares para atacar a los Estados Unidos y sus intereses. Además del pago en oro, los Estados Unidos aceptaron la reclamación danesa sobre Groenlandia. Finalmente, en 1944, al término de la II Guerra Mundial, Water Island también fue adquirida por los Estados Unidos.
En la actualidad, hay dos ciudades en Saint Croix: Christiansted, con unos 5.000 habitantes, y Frederiksted, con una población de 1.000 habitantes. La población total de la isla se estima en torno a los 65.000 habitantes. El cristianismo, protestantes y católicos, es la religión más practicada.
Saint Croix- Vista de una de sus playas.
 El inglés es la lengua más extendida. El idioma español es hablado por la gran comunidad puertorriqueña y dominicana. La población procedente de otras islas de las Antillas habla francés criollo. En Saint Croix se ha desarrollado un dialecto inglés local, conocido como cruciano (criollo de las Islas Vírgenes), que suele utilizarse en situaciones informales.
Saint Croix y sus arrecifes circundantes, constituye un verdadero paraíso para la práctica del buceo, debido a sus paisajes coralinos, aguas claras y peces tropicales. La isla en sí mide en torno a los 207 km².
Saint Croix, como otras muchas islas caribeñas, obtiene la mayor parte de sus recursos del turismo. Sin embargo, la industria turística se complementa con otras industrias locales. Saint Croix es la sede de Hovensa, una de las mayores refinerías de petróleo del mundo, y  de la destilería Cruzan Rum (Ron Cruceño), que fue fundada en 1760, a partir de la producción local de caña de azúcar, produciendo un ron oscuro de sabor muy peculiar.
 En las reseñas turísticas locales, que caen en manos de los visitantes, se alude tímidamente  a la presencia de la Orden de Malta como entidad soberana de esta isla entre 1653 – 1665. Fue por este procedimiento por el que conocí esta interesante curiosidad histórica, que me llevó a profundizar algo más sobre el tema.
Durante mi breve estancia en Saint Croix, Santa Cruz, no paré de imaginarme la importancia que hoy día tendría la posesión en manos de la Orden de Malta de esta isla caribeña, lo cual reforzaría aún más su incontestable cualidad de ente soberano.