El pasado sábado se celebró la ceremonia de cruzamiento de la «Orden de Caballeros de San Clemente y San Fernando de Sevilla» en la Catedral hispalense, situándose el altar en el coro al estar el altar mayor en restauración.
La misa y el acto de cruzamiento de los neófitos, que juraron ya como Caballeros y Damas , fué presidida por el Gran Maestre de la Orden Monseñor Asenjo, Arzobispo de Sevilla.
Arriba: Monseñor Asenjo.
Abajo: una vista de la ceremonia.
 Fueron recibidos como miembros en esta ocasión, entre otras personas, el Almirante de la Flota, Excmo. Sr. Santiago Bolíbar y Piñeiro. Su Excelencia Sr. Teodorico Nanni, Gentilhombre de Su Santidad. El Capellán de la Casa Real de S.M, Guardia Real y el Muy Iltre. Sr. Dn. Angel Bustos.
 Acudierón, por privilegio del Gran Maestre, las Abadesas y Prioras de los Monasterios Cistercienses, Concepcionistas, Jerónimas, Carmelitas, Dominicas , Clarisas. Hermanistas de los Pobres y Aguntinas de San Leandro.
Arriba: algunos asistentes al acto.
Abajo: postulantes y padrinos.

Monseñor Asenjo se dirigió a los presentes recordando palabras de Juan Pablo II y de Benedicto XVI: «Es tarea de todos, es exigencia del bautismo y del sacramento de la confirmación, que un día recibimos, donde recibimos la fuerza para pronunciar a Cristo vivo con la palabra y con el testimonio luminoso de nuestras buenas obras, con nuestra vida intachable en el plano familiar, con nuestra rectitud moral en la vida profesional y en el cumplimiento de las obligaciones cívicas, con nuestro testimonio de cercanía y de compromiso con nuestros hermanos, especialmente los más pobres y necesitados que en estos momentos son legión, como consecuencia de la gravísima crisis económica que nos acecha, todos nosotros estamos llamados a salir al encuentro de estos hermanos nuestros, a bajarnos de la propia cabalgadura, como el buen samaritano, para arrodillarnos a sus piés, para ponernos de su parte, para ponernos en su lugar, para curarles tantas heridas físicas o morales».