Queremos dedicar la entrada de hoy a  hacernos eco, y compartir con todos nuestros lectores y amigos, una noticia que nos traslada el Dr. José María de Montells y Galán, Heraldo Mayor de esta Casa Troncal, sobre la loable iniciativa del Vizconde de Ayala y Marqués de la Floresta el Dr. Alfonso Ceballos-Escalera y Gila, de acuñar una moneda conmemorativa del bicentenario de la fundación de la Laureada de San Fernando.

LA LAUREADA DE SAN FERNANDO: MEDALLA CONMEMORATIVA.

Como uno es firme partidario de la Tradición, me parece muy loable la iniciativa de mi amigo, el Marqués de la Floresta de acuñar una medalla conmemorativa del bicentenario de la fundación de la Laureada de San Fernando, ya que quienes debieran hacerlo, han mirado para otro lado. Se trata como siempre de olvidar lo que fuimos, porque lo que fuimos puede poner en peligro algunas situaciones de privilegio instaladas en lo que somos.
Anverso de la mencionada medalla conmemorativa.
La Laureada merece ser recordada. La condecoración que premia el valor más allá de lo exigible, que premia a los héroes. Orden de mérito donde las haya. Nos hemos acostumbrado a silenciar las grandes gestas que hasta ayer mismo han protagonizado los españoles. En territorios lejanos, ahora mismo, se derrama sangre española, aunque se oculta. Exigencias de una política deleznable que prefiere silenciar los sacrificios de nuestras tropas a llamar a las guerras por su nombre. Los países sin tradiciones no son nada. Tanto es así que los separatismos que padecemos tienen que inventar pasados mitológicos para sustentar sus pretensiones de ser naciones sin Estado. Yo soy monárquico, más que por fervorines juancarlistas, por el convencimiento intelectual de que en la Corona reside la garantía de nuestra continuidad histórica.
Supongo yo que todo esto ha movido la voluntad del Cronista Rey de Armas de Castilla-León, mi admirado Alfonso Ceballos-Escalera, Vizconde de Ayala y Marqués de la Floresta, descendiente de numerosos caballeros laureados y reconocido autor de obras sobre la historia de la Real y Militar Orden, a acuñar una medalla de bronce, conmemorativa de dicho bicentenario, con una tirada limitada de doscientos ejemplares, destinados a SM el Rey, a SAR el Príncipe de Asturias, Gobierno y autoridades militares, museos militares y civiles, personalidades y amigos. Como me encuentro entre estos últimos a mí me ha regalado, rumboso, un ejemplar.
Reverso de la mencionada medalla conmemorativa.
La medalla, magnífica para mi gusto, muestra en su anverso la Cruz Laureada establecida en 1820, circundada de un verso de Eduardo Marquina: Laureada de San Fernando, no la iguala una corona. En el reverso, la Gran Cruz Laureada de 1811, con su lema El Rey y la Patria, y la mención del presente bicentenario. Y en el canto, la dedicatoria en latín que no alcanzo a ver del todo, por el aquel de la vista cansada.
Hay que destacar, creo yo, esta iniciativa generosa y auténtica de don Alfonso Ceballos-Escalera, acudiendo con sus propios medios en socorro y memoria de una institución admirable que debe celebrar su bicentenario con la dignidad y decoro que España le debe y la Administración pública sorprendentemente olvida en ocasiones.
José María de Montells.
Heraldo Mayor de la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria.