Repasando determinados aspectos de la Ley 19/1976, por la que se crea esta recompensa, así como la Orden de 1 de Febrero de 1977, por el que se aprueba el Reglamento que regula a la mencionada Ley, podemos decir que el Cuerpo de la Guardia Civil, con más de un siglo y medio de existencia, ha demostrado, a lo largo de su dilatada vida y a través de todas las vicisitudes históricas, un amor y entrega sin límites al servicio de la Patria.
Sus miembros, que constituyen el núcleo más numeroso de las Fuerzas de Orden Público, se encuentran distribuidos por todos los rincones del territorio nacional, en permanente vigilancia al servicio de la comunidad española. La constante y cotidiana superación de sacrificios, riesgos y fatigas, unida a la innumerable relación de hechos heroicos por ellos prestados, hacen que merezcan una recompensa moral y pública que premie y estimule al mismo tiempo la permanente superación en el cumplimiento del deber. Esta recompensa se ha de concretar forzosamente en la forma más preciada para aquellos que consagran su vida al servicio de los demás: la satisfacción producida por el reconocimiento de la labor realizada.
Cruz de Oro.
Es obligado tener en cuenta asimismo la multiplicidad de misiones que a la Guardia Civil le han sido confiadas, pues si acorde con lo dispuesto en vigente legislación , es parte integrante de las Fuerzas Armadas de la Nación, a tenor de similares preceptos, constituye uno de los Cuerpos integrados en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y con independencia de ello, la Guardia Civil es Policía Judicial según se especifica en la vigente Ley de Enjuiciamiento Criminal, y cumple las funciones propias del Resguardo Fiscal previstas en las disposiciones de Aduanas y demás aplicables al caso.
Cruz de Plata.
Por otra parte, y en base a razones obvias de equidad, se hace preciso premiar igualmente la conducta de aquellas personas que sin pertenecer a dicho Cuerpo colaboran espontánea y generosamente, en muchas ocasiones con gran sacrificio y riesgo, al mejor y más completo logro de tales misiones.
En consideración a lo expuesto, se deduce la necesidad de crear una recompensa específica del Cuerpo, que permita premiar aquellas actuaciones relevantes de entrega al servicio en cualquiera de sus facetas, y valoradas precisamente por quien al mando directo de dicho Cuerpo puede tener un conocimiento exacto y completo de las circunstancias en que se produjeron. Por tal motivo, se crea la Orden del Mérito del Cuerpo de la Guardia Civil, para premiar las acciones o conductas de extraordinario relieve, que redunden en prestigio del Cuerpo e interés de la Patria.
Cruz con Distintivo Rojo.
En dicha condecoración se distinguen cuatro categorías: Cruz de Oro, Cruz de Plata, Cruz con distintivo Rojo y Cruz con distintivo Blanco.
La concesión de estas recompensas, que se efectuará por Orden del Ministerio del Interior, del Reino de España, y contará con la previa conformidad del Ministerio de Defensa cuando se trate de miembros de la Guardia Civil, y la propuesta, en todo caso, corresponderá al Director General de la Guardia Civil, oídos en Junta los Oficiales Generales del Cuerpo y previo expediente sumario, que se incoará por la Dirección General.
Cruz con Distintivo Blanco.
El acto de imposición revestirá la mayor solemnidad posible y se procurará hacer en fechas de particular raigambre y tradición en el Cuerpo de la Guardia Civil. En el transcurso de los actos se dará lectura a la Orden de concesión, y en el mismo suele participar, como compañía de honores, una Unidad del Cuerpo que desfilará a su término ante la Autoridad que lo presida.
S.A.R. El Príncipe de Asturias condecorando  a un miembro del Cuerpo de la Guardia Civil.
La Dirección General de la Guardia Civil lleva un registro donde figuran todos los miembros de la Orden, dejando constancia de todos los datos relativos a su concesión (filiación y demás datos de la persona condecorada, categoría de la cruz concedida, fecha de su concesión y número de expediente).