Continuamos hoy con la segunda entrega del documentado trabajo de Don Fernando Molina y Alcalde, Conde de Quinta Alegre y Canciller de esta Casa Troncal para EE UU, sobre los Títulos Nobiliarios Feudales en América, tema que trata con absoluto rigor y precisión. Estamos convencidos que esta serie de tres artículos será muy apreciada por todos nuestros amigos.
Segunda Parte.
El Marquesado de la Jamaica y los Ducados de Veragua y de la Vega de Santo Domingo.
Las dos primeras mercedes, el Marquesado de la Jamaica y el Ducado de Veragua, fueron creadas por el Emperador Don Carlos V en 19 de enero de 1537 y la última, el Ducado de la Vega de Santo Domingo por Don Felipe II en 16 de marzo de 1557; las tres concedidas a don Luis de Colón de Toledo (1522-1572), hijo de don Diego Colón y nieto del Almirante y Descubridor don Cristóbal Colón.
Retrato de don Cristóbal Colón, Almirante y Descubridor. Detalle de la pintura de Alejo Fernández (c.1475-1545/6), “La Virgen de los Navegantes,” Reales Alcázares de Sevilla, Sala de los Almirantes.  Fuente, Internet, “Cristóbal Colón. Wikipedia.” Búsqueda hecha en 19 enero, 2012.
El Ducado de la Vega de Santo Domingo.
El nombre de este Ducado viene de la antigua ciudad de la Vega Real, en la isla de Santo Domingo, fundada por don Cristóbal Colón en 1494. Según el Padre Bartolomé Las Casas, el Almirante se maravilló con la belleza del lugar y por ello decidió fundar una ciudad allí –ver mapa más abajo. Su nieto don Luis Colón de Toledo fue creado Duque y Señor jurisdiccional del lugar.
En 1562 la ciudad fue arrasada por un terremoto y sus habitantes la refundaron “a dos leguas” de la antigua bajo el nuevo nombre de Concepción de la Vega, tal y como se la conoce en el presente. El primitivo sitio es conocido hoy como Ruinas de la Vega Vieja. El ducado al estar imposibilitado de ejercer sus derechos jurisdiccionales por destrucción se transformó en un título honorífico (Información oral por teléfono de don Fernando Prado y Pardo Manuel de Villena, en 6 de enero, 2012).
Provincia de la Vega de la República Dominicana, donde estuvo el Señorío Jurisdiccional del Ducado de la Vega. Fuente, Intenet, artículo “Vega Real. Wikipedia.” Búsqueda hecha en 17 enero, 2012.
La isla de Santo Domingo estaba sujeta a pagar pingues rentas anuales, que se descontaban de las rentas reales, a don Luis Colón de Toledo y sus descendientes según los índices del Archivo de Indias, en línea:  http://pares.mcu.es/ParesBusquedas/servlets/Control_servlet.
El Ducado de la Vega de Santo Domingo cambió de denominación muy temprano en las primeras generaciones a Ducado de la Vega, tal y como se le conoce hoy.
Se encuentra en uso.
El Marquesado de la Jamaica.
Como título nobiliario feudal comprendía toda la isla de este nombre con casi 11,000 kms cuadrados de superficie, siendo la tercera isla más grande del Caribe después de la de Cuba y la Española o de Santo Domingo que comparten Haití y la República Dominicana.
Mapa de Jamaica. Fuente: Internet: artículo: “Jamaica.” Búsqueda hecha en 2 enero, 2012.
En los documentos antiguos se la denomina isla de la Xamaica. La isla como dominio feudal, por facultad del Emperador Don Carlos V, autorizó a don Luis Colón de Toledo y sus descendientes a proveer todos los cargos civiles y judiciales de la isla, a fuer de nombrar y proveer los cargos eclesiásticos de acuerdo al derecho canónico (Archivo de Indias, MP-DOCUMENTOS REALES, 1).
Los Colón durante el siglo XVI no tuvieron mayores dificultades para ejercer sus derechos señoriales en la isla a pesar de constantes ataques ingleses; sus problemas comenzaron ya entrada la segunda mitad del siglo el XVII.
La situación cambió definitivamente cuando la isla fue tomada por la fuerza y retenida por piratas británicos en 1655. En 1670 al firmar España la paz con Inglaterra en el tratado de Madrid la isla de Jamaica pasó a formar parte de la corona inglesa. Con ello se puso definitivamente fin a la aventura gótico-americana de este marquesado originariamente feudal.
El citado tratado de Madrid de 1670 curiosamente habría implicado una modificación substancial a esta merced nobiliaria y, probablemente, existen muy pocos casos en que un acuerdo internacional afecte una merced nobiliaria de un súbdito privado. Esta situación merece un estudio separado. Hay bibliografía inglesa y española del siglo XIX sobre esta situación que sería muy largo de detallar en este estudio somero.
Curiosamente en la literatura inglesa aparece el título nobiliario inglés “Marquis of Jamaica” que habría sido otorgado al hijo ilegítimo de Jacobo II, James FitzJames, Duque de Berwick Upon Tweed (1670-1734) cuando la isla de Jamaica era de soberanía inglesa. (“Notes and Querries, A Medium of Intercommunication for Literary Men …” Londres, 15 febrero, 1902, bajo “Duchy of Berwick”). La descendencia primogénita del duque pasó a España y es el segundo título Ducal de la Casa de Alba. No he encontrado en el “Debrett´s Peerage” que el título nobiliario “Marquis of Jamaica” esté en uso en el Reino Unido.
Los descendientes de Colón, por gracia de los soberanos españoles, han continuado llamándose hasta el presente Marqueses de la Jamaica, como título nobiliario honorífico.
Está en uso.
El Ducado de Veragua.
Este es el tercer título nobiliario feudal otorgado a los descendientes del descubridor y Almirante don Cristóbal Colón; es el principal título nobiliario de la familia. Fue producto de una negociación entre el hijo de éste, don Luis Colón y la corona de Castilla, que aceptaron modificar los acuerdos firmados por los Reyes Católicos y el Descubridor en 1492 y capitulaciones posteriores.
En virtud del acuerdo el primogénito de los Colón renunció a titularse Virrey de las Tierras Descubiertas del Mar Océano y la renta del 10% de los nuevos territorios. A cambio el nieto del Almirante, don Diego, recibió este ducado en 1537, siendo menor de edad. Lo que no cambió son los títulos perpetuos que llevan hasta hoy, Almirante de la Mar Oceana y Adelantado Mayor de las Indias, otorgado al Descubridor en 1492 por los Reyes Católicos.
El ducado feudal de Veragua era un extenso territorio que tenía la forma de un cuadrado perfecto de 24 leguas por cada lado, comprendiendo la tierra firme que hoy forman parte de los estados centroamericanos de Costa Rica y Panamá, y aguas a ambos lados en el océano Atlántico y Pacífico.
Ducado de Veragua. Fuente: Internet, artículo: Ducado de Veragua. Búsqueda hecha en 4 enero 2012.
Cuando don Luis Colón quiso hacer efectivo su dominio de señor en el inmenso territorio envió expediciones militares a negociar con los nativos pero se encontró con una situación hostil y de guerra. Además el clima húmedo y extremadamente caluroso era desconocido entonces para los europeos vestidos con armaduras de metal inapropiadas para la geografía local. En una de esas varias expediciones incluso perdió la vida su hermano don Francisco Colón de Toledo. Sin poder afrontar estas difíciles circunstancias el nuevo Duque decidió en 1556 devolver los territorios feudales a la Corona de Castilla a cambio de una renta perpetua de 17,000 ducados, que se pagó por el Real Tesoro hasta 1898.
Menos de veinte años de vida gótico-feudal tuvo este ducado.
La corona de Castilla convirtió el feudo en provincia en 1560 y tras algunos años de lucha difícil, los nativos pasaron a ser súbditos del Rey castellano.
El Ducado de Veragua, como título de honor, está en uso.
Un pequeño comentario aparte merece el Palacio o Alcázar de don Diego Colón en la Isla de Santo Domingo, que como se dijo más arriba es de estilo gótico-renacentista.
Este edificio fue asiento de una verdadera corte virreinal en la primera mitad del siglo XVI. Desde aquí se planificó la conquista de las islas aledañas, las tierras de Méjico y más tarde del Perú, y el resto de la América española.
Nunca la familia de Colón tuvo otro interés sino servir a la corona de Castilla y extender sus dominios americanos.
Palacio de Diego Colón, Isla de Santo Domingo, de estilo gótico-renacentista contruido entre 1510-1514; restaurado de las ruinas en 1955-1957 por el arquitecto español Javier Barroso. Fuente: Museo Alcázar de Diego Colón, Internet: rsta.pucmm.edu.do/alcazar/website/esp/memoriabarroso.htm  –Búsqueda hecha 28 diciembre 2011 .
Hay otro aspecto importante que merece destacarse en la familia Colón. Anteriormente vimos que los Marqueses del Valle de Oaxaca, a pesar de la Real Cédula de creación, usan distintos apellidos y no todos se han llamado Cortés, sin perjuicio de timbrar, casi con seguridad, con sus armas de varonía y no las del título nobiliario.
El caso de los descendientes del Almirante don Cristóbal Colón es distinto y yo me atrevo a calificarlo de excepcional. El Almirante recibió sus armas heráldicas en 1502 y, aunque sus líneas de varonía se extinguieron, por facultad Real se permitió continuar con el apellido hasta el presente. Sus miembros timbran con las armas dadas por los Reyes Católicos a su progenitor, reproducidas más abajo.
Armas del Almirante Cristóbal Colón, Libro de Privilegios, 1502. Lleva además el lema: “A Castilla y a León Nuevo Mundo dio Colón.”
Fuente: Internet, Chistopher Columbus, búsqueda hecha 4 enero 2012
El Marquesado sin denominación o de los Atabillos.
El Marquesado sin denominación o erróneamente llamado de los Atabillos fue otorgado por el Emperador Don Carlos V al conquistador don Francisco Pizarro por carta privada en 10 de octubre de 1537.
El Emperador otorgó en ese documento un título nobiliario con el rango de Marqués, sin denominación y dejó que el conquistador Pizarro lo decidiera posteriormente. Lo que está claro en la misiva es que anexo al título nobiliario el conquistador recibió en señorío tierras y vasallos. Este documento privado es efectivamente la fuente de otro título nobiliario feudal en América, esta vez en el Perú. Me parece importante citar la parte pertinente del texto de la carta reproducida por Julio de Atienza, Títulos nobiliarios hispanoamericanos, Madrid, 1947, pp.71-72:
En lo que suplicáis, que teniendo respeto a lo que nos avéis servido
“vos haga merced de alguna cantidad de tierra en la provincia del
“Callado o de los Atabillos, con título. Acatando lo que vos avéis
“servido, y la fidelidad y limpieça con que avéis gobernado y
“gobernáis essa tierra, y el zelo que a las cosas de nuestro Real
“servicio y Real hazienda tenéis, de que estoy certificado, he
“avido por bien de vos hacer merced de veinte mil vassallos en
“essa Provincia, con Título de Marqués. Y por que no se tiene
“relación de la parte donde se os podrán señalar que a vos os
“estuviese bien, embío a mandar a don Fray Vicente de Valverde,
“Obispo del Cuzco, y a nuestros oficiales dessa Provincia, que me
“informen dello, como verás por la cédula que va con esta,
“solicitéis que con brevedad se haga, para que, venida, yo os mande
“embiar el Título y la provisión de la dicha merced, y entre tanto,
“llameréisos Marqués, como yo os lo escrivo, por no saber el
“nombre que tendrá la tierra que se os dará, no se embía ahora
“el dicho Título.”
Retrato anónimo de don Francisco Pizarro, Marqués y Conquistador del Perú. Fuente, Internet: “Francisco Pizarro, Wikipedia.” Búsqueda hecha en 8 de enero, 2012.
La carta no precisa la extensión del señorío, en la provincia del Callao, pero si menciona que los vasallos del nuevo Marqués van a ser 20,000.
El conquistador no alcanzó a decidir ni a recibir la Real cédula con la denominación de su feudal título de Marqués, pues murió asesinado cuatro años después de la imperial misiva en 1541, probablemente de un poco más de sesenta años.
Sepultura del Marqués y Conquistador don Francisco Pizarro en la Catedral de Lima, Perú. Fuente, Internet: “Francisco Pizarro, Wikipedia.” Búsqueda hecha en 4 enero 2012.
El Emperador Don Carlos V había concedido al Conquistador don Francisco Pizarro armas heráldicas timbradas con una corona de Marqués, las que fueron objeto de una minuciosa descripción en este mismo Blog por don Alexis Arévalo y Vergara, Caballero de esta Casa Troncal y su Canciller en el Perú, en 23 de febrero de 2011; llamo al lector a volver a leer este interesante ensayo.
Armas heráldicas del Conquistador  Don Francisco Pizarro. Fuente: Internet,
“Francisco Pizarro. Wipedia.” Búsqueda hecha en 4 enero 2012.

 El conquistador don Francisco Pizarro era hijo ilegítimo del hidalgo militar don Gonzalo Pizarro y González de Aguilar y de una mujer humilde. Ésta casó más tarde y tuvo otro hijo, hermano uterino del conquistador que pasó con él a Indias y estuvo en la conquista del Perú, don Francisco Martín de Alcántara.

Don Francisco Pizarro llevó otro medio hermano a la conquista del Perú quien era hijo legítimo de su padre, llamado don Gonzalo Pizarro.
El Conquistador tuvo sólo dos vástagos de la Princesa Inca Inés Huaylas, hija del Emperador Inca Huayna Cápac. Un hijo que murió impúber y doña Francisca Pizarro Yupanqui. Ambos hijos fueron legitimados por el Emperador Don Carlos V.
La Corona de Castilla hábilmente hizo salir del Perú en 1550 esta princesa mestiza, hija del conquistador, la que instaló en Trujillo, Cáceres, asiento de la familia Pizarro, y luego en Madrid. Sus eventuales futuros descendientes serían los legítimos herederos de la Casa Imperial de los Incas, imperio que podrían haber reivindicado y que la corona castellana evitó al diluir su sangre imperial con la nobleza castellana.
Doña Francisquita –ver su retrato en piedra más abajo, tal y como fue conocida la princesa en la corte de Castilla, casó en Trujillo con su tío don Gonzalo Pizarro. Supo adaptarse plenamente en Europa a la vida cortesana y se llenó de actividades religiosas, culturales y sociales. Estuvo a cargo de la construcción del hermoso palacio plateresco en la plaza mayor Trujillo llamado el Palacio de la Conquista y el convento de la Merced de la misma ciudad; participó con fondos monetarios en la construcción de la catedral de Lima, en el Perú; fue elogiada por Tirso de Molina en su obra “Amazonas en las Indias.”

Palacio de la Conquista, Plaza Mayor de Trujillo, Cáceres, donde están esculpidas en piedra los bustos del Conquistador don Francisco Pizarro, la Princesa Inca Inés Huaylas, don Gonzalo Pizarro y doña Francisca Pizarro Yupanqui. Fuente, Internet: “Palacio de la Conquista, Trujillo.” Búsqueda hecha en 17 de enero, 2012.

 Curiosamente ni doña Francisquita ni su marido don Gonzalo Pizarro tomaron posesión del título nobiliario sin denominación que había recibido el Conquistador ni tampoco el señorío anexo y sus vasallos.

Ella obtuvo una autorización para fundar un rico mayorazgo al que no vinculó el título nobiliario ni su feudo anexo en el Perú.

Retrato de doña Francisquita Pizarro Yupanqui, uno de los cuatro bustos esculpidos en piedra en el Palacio de la Conquista, en Trujillo, España. Fuente, Internet: “Palacio de la Conquista, Trujillo.” Búsqueda hecha en 17 de enero, 2012.

El nieto de ambos, don Juan Francisco Pizarro, caballero de la Orden de Calatrava, elevó un extenso memorial a Don Felipe IV sobre la conquista del Perú por su antepasado haciendo mención del título de Marqués sin denominación, el señorío anexo y los vasallos. El Rey muy hábilmente reconoció al caballero calatravo en 8 de enero de 1631 como IV Marqués de la Conquista –efectivamente era el bisnieto de don Francisco Pizarro, en la cuarta generación.

La Real cédula no mencionó el feudo anexo al título ni menos los vasallos que había otorgado el Emperador Don Carlos V al conquistador; por lo tanto en estricto derecho esta Real cédula de Felipe IV es la concesión de una nueva merced nobiliaria de carácter honorífica y no feudal.
Este acto administrativo del soberano podría considerarse, si pensamos en términos jurídicos modernos, como una hábil maniobra de expropiación velada del feudo gótico otorgado a don Francisco Pizarro, Marqués y Conquistador del Perú. La verdad es que este feudo tuvo vida jurídica efímera, sólo en la carta privada del Emperador al Conquistador.
Curiosamente el VI Marqués de la Conquista –verdaderamente el III, don Fernando María de Orellana Pizarro Torres y Monroy casó con doña Antonia de Orense Moctezuma, II Marquesa de Liseda y descendiente de la Casa Imperial de Méjico, uniendo en sus vástagos las dos únicas casas imperiales nativas de América, inca del Perú y azteca de Méjico.
El título está actualmente en uso.
Para concluir el análisis de los cinco títulos nobiliarios otorgados en el siglo XVI en América se puede afirmar que la corona de Castilla recompensó a los grandes descubridores y conquistadores con mercedes nobiliarias feudales y negoció cuando pudo para que éstos últimos se transformaran en simples honores. El espíritu de la monarquía absoluta primó y el gótico de la nobleza se fue de retirada.
La nobleza titulada en Indias, al igual que en Castilla y resto de los reinos peninsulares, en el futuro portaría sólo títulos de honor y no los gótico-feudales de centurias pasadas. Sin embargo otras cuatro mercedes nobiliarias con feudos anexos verían la luz en América en el siglo XVII y XVIII, como lo estudiaremos brevemente en los párrafos que siguen.
El Conde de Quinta Alegre.
Nueva York a 24 de enero de 2012.