Un asiduo lector de nuestro Blog, Don José Luís Chacón Díaz, a su vez titular de una magnífica Web sobre sus ilustres antepasados, nos escribía, recientemente, a propósito de la entrada del Blog de esta Casa Troncal del 1 de mayo del corriente sobre el tema «Trinidad y Tobago: Protocolo de Naciones Soberanas», de la autoría de nuestro colaborador, el eminente jurista venezolano, Victor A. García Guardia: « Me permito sugerirles la posibilidad de ampliar su texto con la información de que el nombre de la Chaconia, Flor Nacional de dicho pais que citan como parte de su condecoración de la Orden de la República, debe tal denominación a la merecida y respetuosa memoria del último Gobernador español, Excmo. Sr. D. José María Chacón y Sánchez de Soto».
Orden de la República de Trinidad y Tobago.
Hoy, con sumo agrado, ampliamos esa información con un excelente artículo de nuestro amable comunicante, Don José Luís Chacón Díaz.
Junto a su artículo, nos remite, también, el recorte de un periódico local de Port – Spain, capital de Trinidad y Tobago, de hace unos años, en el que se hace referencia a la flor y al ilustre Gobernador español, reseña peridística que también publicamos.
La Chaconia, Flor Nacional de Trinidad y Tobago, debe su nombre a la memoria del último Gobernador español, D. José María Chacón y Sánchez de Soto.
Por José Luis Chacón Díaz.- Texto tomado de su web: www.apellidochacon.es
En Trinidad y Tobago se puede respirar el perfume de los jazmines, se puede contemplar al araguaney en flor con sus trompetas amarillas, las cascadas de pétalos dorados del cassia fistula, las flores rojas del Madre de Cacao o las flores parecidas a rosas que florecen en las ramas de los árboles de Júpiter y, por supuesto, la gran variedad de orquídeas y lirios, entre los que destaca la flor de jengibre y de los ríos, las sorprendentes jacarandas, y los árboles de frutos azulados. En estas islas florece también la Chaconia de la familia Rubiaceae, y debe su nombre botánico de Warszewiczia Coccinea, al lituano-polaco José Warszewicz, aunque también suele llamarse poinsettia salvaje.
 A simple vista nos encontramos con un pequeño árbol perenne con hojas de color verde intenso. Sin embargo las bellas flores de la Chaconia emergen en tonos rojos brillantes con forma de racimo alargado, demostrando el porqué del orgullo que sienten los isleños de que ésta los represente ante el mundo. Un detalle curioso es que su raíz, que al parecer emana un olor muy similar al del anís, es utilizada para fabricar preparaciones naturales con propiedades afrodisíacas. Esta bella flor de la Chaconia, fue declarada “Flor Nacional de Trinidad y Tobago” hace ya varias décadas. Su fecha conmemorativa es precisamente el 31 de agosto, la cual coincide coherentemente con el día en que se celebra la independencia del archipiélago, y su nombre le fue dado en honor del último gobernador español de Trinidad, Don José María Chacón y Sánchez de Soto.
Las islas de Trinidad y Tobago fueron descubiertas por Cristóbal Colón en 1498, y pobladas por españoles. En el Siglo XVIII fueron ocupadas por franceses, y en las guerras napoleónicas, conquistadas por los ingleses, que las incorporaron a las colonias de la Corona Británica.
Don José María Chacón y Sánchez de Soto, Gobernador de la Isla de Trinidad, Brigadier de la Real Armada Española, nacido en Sevilla en 1747, ingresó como Cadete en la Real Compañía de Guardias Marinas el 1 de Agosto de 1769 después de hacer información demostrativa de la hidalguía de sus cuatro abuelos. Este militar fue uno de los personajes más ilustres y distinguidos de su familia, cuajada de destacados marinos. Su padre, Francisco Chacón y Rodríguez de Rivera, fue Capitán de Navío y Ministro de Marina, y su hermano Salvador María Chacón y Sánchez de Soto, fue igualmente Brigadier de la Real Armada Española, siendo el hijo y nieto de éste por demás, también prestigiosos Almirantes de la Armada Española. Tras cursar José Maria los estudios de Derecho y pasar a Italia de aventurero en los buques de la Armada, obtuvo plaza de Guardia Marina en 1770. Ascendió hasta Teniente de Navío navegando por América donde estuvo al mando del navío «San Pio» en la toma de Penzacola.
Sello postal.
A finales del siglo XVIII la isla de Trinidad era una isla rica debido a su producción de azúcar de caña. Influyó no menos en su progreso la dirección tolerante é ilustrada de un gobernador español, D. José María Chacón y Sánchez de Soto, que supo sacar partido de las condiciones del suelo y de las de la gente agrupada en la isla por las circunstancias de entonces. El cultivo de la caña dulce y la producción consecuente de azúcar alcanzaron gran desarrollo, dándolo también al comercio y a la industria. Sin embargo, la inestabilidad en la zona debida a las guerras entre franceses e ingleses junto a los decretos de libertad de comercio, hicieron que muchos extranjeros buscasen refugio en la misma. Este hecho, unido a la gran cantidad de negros y mulatos liberados de la isla, provocó disturbios, por lo que su gobernador D. José María Chacón informó a la Corte, comunicando además que la riqueza de la isla podía atraer a los ingleses y solicitó ayuda, en previsión de lo cual partió de Cádiz una escuadra de cuatro navíos y una fragata, al mando del Jefe de Escuadra D. Sebastián Ruiz de Apodaca, llevando tropa y pertrechos. Esta escuadra, escasa de por sí de gente, sufrió a la llegada la influencia maléfica del clima, que mermó mucho a las tripulaciones.
 La Chaconia como motivo de  la moneda de 25 céntimos de 2002 de Trinidad y Tobago.
El 16 de febrero de 1797 se avistó una escuadra inglesa de nueve navíos, tres fragatas, cinco corbetas y bergantines y varios buques de transporte. La mandaba el almirante Henry Harvey y transportaba 6750 soldados, 35 cañones y 11 morteros al mando del teniente general Ralph Abercromby. Los ingleses fondean al anochecer a poca distancia del puerto de Chaguaramas, proyectando desembarcar a la mañana siguiente. Apodaca reunió a los comandantes de su flota, y decidieron que, en las condiciones que se encontraban, era imposible enfrentarse a los ingleses. Por ello, para evitar el apresamiento de las naves, deciden quemarlas, y dirigirse por tierra para reforzar las defensas de Puerto España. Se procedió por tanto a incendiar los barcos y se abandonó la isla de Gaspar Grande. Los ingleses, a la vista del fuego enviaron sus chalupas para intentar rescatarlos y consiguen así salvar y apresar el San Dámaso y el bergantín Galgo. A continuación avanzan hacia Puerto España, y el Gobernador Chacón, viendo que solo contaba con 190 soldados, muchos de ellos enfermos y con poca munición, y que la población indígena y extranjera de Puerto España se negaba a participar en la defensa de la ciudad, por miedo a que resultaran dañados sus bienes, acepta la capitulación honrosa que le ofrece Abercromby, entregando la isla a los ingleses.
En Madrid pareció indecorosa la rendición por lo que, tan pronto llegaron á Cádiz los implicados jefes de mar y tierra de la isla de Trinidad, ordenó el Gobierno la formación del correspondiente proceso del preceptivo consejo de guerra, recomendando se examinase si habían hecho cada uno de por si y ambos unidos el uso que debieron de los medios que tenían para la defensa, comprendiéndose a los individuos que por su dictamen ó voto contribuyeron á la rendición de la isla ó incendio de los buques.
El 26 de junio de 1798, el tribunal del consejo de guerra, formado por marinos y militares de tierra, les consideró inocentes de toda culpa, debido a la superioridad inglesa y a la falta de pertrechos y municiones, justificando así su proceder. Sin embargo, el 20 de mayo de 1801 el Rey no admitió tal sentencia, y ordenó que fueran desposeídos de sus cargos, sin posibilidad de recurso alguno, lo que le llevó a la privación de su empleo y al destierro, en el curso del cual falleció el Gobernador D. José Maria Chacón, antes de que la causa fuese revisada en 1809 por orden de D. Antonio Escaño. Más afortunado fue D. Sebastián Ruiz de Apodaca que moriría en 1818 ya rehabilitado y con el grado de Teniente General de la Armada, aunque sin destino. El insigne marino Cosme de Churruca no les escatima elogios, al considerar a ambos «hombres llenos de probidad, talento, instrucción y actividad».
Recorte de  un periódico local de Port – Spain, capital de Trinidad y Tobago, de hace unos años, en el que se hace referencia a la flor y al ilustre Gobernador español.
El país de Trinidad y Tobago, consciente del sacrificio que supuso a su último Gobernador español D. José María Chacón y Sánchez de Soto, por haber evitado la masacre y pérdida de vidas y bienes en una cruenta guerra contra los ingleses, y considerando además la provechosa etapa de su gestión para el país, decidió honrar su memoria tomando su apellido para designar para siempre como muestra de su agradecimiento y recuerdo, a la más bella flor de sus tierras y que es su símbolo nacional: La Chaconia.