El 23 de agosto del pasado año, dentro de las entradas que dedicamos a las corporaciones nobiliarias españolas, y como no podía ser de otro modo, subimos a este blog  un artículo dedicado  a la Ilustre y Antiquísima Hermandad de Caballeros y Damas Mozárabes de Nuestra Señora de la Esperanza de la Imperial Ciudad de Toledo. La entrada de hoy se la queremos volver a dedicar a la Comunidad Mozárabe de Toledo, mediante la publicación de este magnífico artículo, que el Caballero Mozárabe D.José Antonio Dávila García-Miranda ha tenido el gusto de remitirnos.
ILUSTRE COMUNIDAD MOZÁRABE DE TOLEDO.
Los cristianos españoles, de sangre hispano-goda o hispano-romana, que a pesar de arabizarse culturalmente y sin mestizarse, conservaron fielmente su fe católica y su legislación propia, -el mas tarde llamado Fuero Judgo-, se denominaron Mozárabes (de Moçtareb = arabizados), teniendo en Toledo una importancia excepcional, con mayor motivo al refugiarse en esta ciudad otras comunidades del mismo origen, perseguidas y expulsadas en el sur, por la intolerancia y persecuciones de Almorávides y especialmente de los Almohades. Más tarde, al ser abolido en el 1.080. el antiguo rito nacional, conocido como Hispano-Visigodo, que de ellos recibió también el nombre de Mozárabe, estos toledanos continuaron con la liturgia ancestral en sus seis parroquias personales, de muy antigua fundación visigótica, que habían continuado abiertas al culto católico bajo la dominación musulmana en Toledo y sin solución de continuidad así han continuado y continúan hasta hoy. El rey Alfonso VI, se apoyó en esta comunidad para reconquistar la antigua capital de los godos en el 1085, así como para reorganizarla después, premiándoles con grandes Privilegios, por el Fuero o Charta Mozárabun en el año 1.101, y entre ellos el de poder seguir rigiéndose por el Fuero Judgo, con su propio Alcalde Mayor de Mozárabes, y así mismo les otorgó la facultad de poderse hacer armar caballeros, origen de la denominación honorífica y nobiliaria de Caballero y de Dama Mozárabe de Toledo, que usualmente va seguida del nombre de su Parroquia personal de este rito y jurisdicción, hoy reducidas de las seis originarias, a las dos Parroquias Mozárabes de Santas Justa y Rufina, con sus filiales, de San Lucas y San Sebastián, (cuyos tres templos se conservan), y de Santa Eulalia, con sus filiales de San Marcos y San Torcuato, (conservándose solamente la Iglesia de Santa Eulalia, de gran antigüedad y mérito), pero denominada de Santa Eulalia y San Marcos.
AlfonsoVI
(miniatura del siglo XII).
  A esta realidad y estrechamente vinculadas con ella, se han sumado, en la edad moderna, dentro de la Iglesia Diocesana, diversas entidades, cada una, -al igual que las referidas dos Parroquias-, con plena personalidad canónica y por tanto legal, y entre ellas, la fundación del Cardenal Cisneros, por el año 1500, en la Catedral Primada, la Capilla Mozárabe del Santísimo Corpus Christi y la llamada Hermandad Mozárabe, que es la antigua Cofradía-Esclavitud de Nª Sª de la Esperanza, de San Lucas, cuyo origen se remonta al 9 de mayo de 1513 y antes a la conocida tradición de Diego de la Salve y al milagro sabatino del año 1490 en dicha Parroquia Mozárabe; hermandad de la que era y es, desde el 20 de septiembre de 1867, Protector el Excmº Ayuntamiento de Toledo, y que ha sido refundada, en 15 de Junio de 1966, -en el 2011 se cumplen los 45 años-, como Ilustre y Antiquísima Hermandad de Caballeros y Damas Mozárabes, agrupando, por su propio derecho, a los Mozárabes de linaje que lo deseen y recibiendo, como miembros honorarios, a personalidades vinculadas con nuestra ciudad, con la liturgia antigua hispana o con la realidad mozárabe toledana, sin derecho a voto ni poder ser elegidos para cargos de gobierno de la Hermandad, los que lógicamente no se benefician de la calidad y privilegios histórico-nobiliarios que solo corresponden a los Mozárabes de linaje, tanto por línea de varón como de hembra y sea cual fuere su vecindad, por lo que únicamente integra y constituye un Cuerpo Nobiliario, desde el siglo XI hasta hoy, la Comunidad personal y familiar de feligreses mozárabes por su linaje.
Con la oportunidad de la restauración, en 1966, de la antigua Cofradía mariana, se dotó entonces a la Hermandad y por tanto, a la misma Comunidad, de simbología propia, de la que ante carecía. La Ilustre Comunidad Mozárabe de Toledo, se constituía y se constituye, sólo por las familias católicas de este rito y jurisdicción toledana, por derecho personal y por linaje, independientemente de su vecindad, reconociendo diversos Documentos de la Iglesia, -incluso una Bula Papal y Sentencia de la Sacra Rota Romana-, el carácter personal y hereditario de la condición y calidad de feligreses de una de estas Parroquias gentilicias subsistentes y la pervivencia del rito ancestral en ellas. 
La condición y calidad de feligreses de una de las dos Parroquias Mozárabes citadas, exige que estén debidamente inscritas, por linaje, en sus Matrículas Parroquiales y por tanto, en el Padrón de las Nobles Familias de Caballeros y Damas Mozárabes de Toledo, siendo los integrantes de estas familias los sujetos y beneficiarios de los Privilegios honoríficos y nobiliarios otorgados a sus antecesores por los Reyes de Castilla y de España comenzando por el citado Fuero de Alfonso VI, del 1101, -del que en el pasado 2001 se ha conmemorado el IX Centenario de su otorgamiento-, seguido por las numerosas Confirmaciones de los Monarcas, sus sucesores, hasta Fernando VII en 1815, en total, 26 Fueros, Privilegios y Cédulas Reales, siendo por tanto el único Cuerpo Nobiliario español que documenta su pervivencia histórica desde el siglo XI a nuestros días, si bien de haber sido en la Edad Media un grupo privilegiado étnico-cultural-cultual, ha pasado a ser en la Edad Moderna, así mismo por derecho familiar o ius sánguinis, una Comunidad Eclesial Histórico-Litúrgica de la Iglesia Católica, igualmente privilegiada.
Gracias a restaurarse, de ese modo, en 1966, esa antiquísima Cofradía-Esclavitud, como Hermandad Mozárabe, con su Junta Directiva o Cabildo, integrado por sacerdotes y mayoritariamente por laicos, que rige la Hermandad, existe por vez primera, un organismo que además representa, a lo menos moralmente, al conjunto de realidades mozárabes toledanas y a la misma Ilustre Comunidad Mozárabe de Toledo, en sus aspectos humano y orgánico, revitalizando la milenaria Comunidad familiar, hoy integrada por cerca de 2.000 familias de este rito, calidad y jurisdicción eclesial. Y con ese mismo fin edita y sufraga la Hermandad, desde 1968, un Boletín informativo y cultural CRÓNICA MOZÁRABE, del que han aparecido hasta ahora 76 números, publicación que se intitula y lo es efectivamente Boletín Informativo de la Ilustre Comunidad Mozárabe de Toledo.
Anteriormente nuestra Comunidad no había estado conocida y considerada apenas por parte del mundo Genealógico-Nobiliario, a pesar de las Ejecutorias de Hidalguía ganadas por ser el litigante Caballero Mozárabe de Toledo, en determinada Parroquia, o actos positivos reconocidos por el mismo motivo, incluso en Órdenes Militares, en Estatutos de Nobleza y en Empadronamientos Municipales, si bien gracias a diversas publicaciones y Notas de prensa y de la restauración como se ha dicho de la vieja Cofradía mariana, como Hermandad de los Mozárabes y la intensa revitalización de la Comunidad, cambió sustancialmente esa situación desde la década de los 60 del pasado siglo XX..
Finalmente, es muy importante, aunque sea generalmente sabido, resaltar la trascendencia ecuménica de nuestra Comunidad, ya que la liturgia Mozárabe, antigua “Hispana” o “Hispano-Visigótica”, es muy anterior a las grandes divisiones del Cristianismo. Y que la pervivencia hasta hoy de nuestra milenaria Comunidad, la hace testigo vivo de que hubo un tiempo en el que en Toledo, convivieron en paz, mutua armonía y tolerancia, Musulmanes, Judíos y Cristianos, fueran estos de rito Mozárabe o Latino, fructificando esta convivencia, años mas tarde, en la llamada “Escuela de Traductores de Toledo”. Espíritu Ecuménico que produjo y se refleja claramente en su ORACIÓN ECUMÉNICA, a la que otorgó el Imprimatur el Cardenal González Martín en 25 de noviembre de 1973.
Toledo, 15-VI-2011.
José Antonio Dávila García-Miranda, Abogado y Caballero Mozárabe de Toledo, de la Parroquia de su rito de Santa Eulalia y San Marcos.
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