Fue instituída en 1578 por Enrique III de Francia, y la denominó “del Espíritu Santo”, por haber visto la luz  como Orden el día de Pentecostés. Coincidiendo en fecha con la efemérides de su elección a la Corona de Polonia y sucesión a la de Francia, reservándose para sí el Gran Maestrazgo de la misma.
Recibimiento de Enrique III.
Luis XV, en 1760, hizo entrega de la Gran Cruz de esta Orden, y de la de San Miguel, a Carlos III, recibiendo de éste el Toisón, según convenio familiar suscrito por ambos en Aranjuez.
En 1789, con la Revolución Francesa, se suprimió la Orden, quedando totalmente en desuso en 1791, pasando con posterioridad a ser una Orden Dinástica tutelada por el Conde de Chambord.
A su muerte, y con la división de la Casa de Francia en dos ramas, la vinculada a los pretendientes de Orleáns, y la denominada Legítima, cuya jefatura ostenta en la Actualidad don Luis Alfonso de Borbón y Martínez-Bordiú, duque de Anjou, en su condición de descendiente agnado más próximo a Luis XIV de Francia, en la actualidad Gran Maestre de esta Orden.
D. Luis Alfonso de Borbón y Martínez Bordiú, luciendo la Orden del Espíritu Santo.
En el museo Cerralbo ( Madrid), puede verse un magnífico  Collar de esta Orden, que concedió don Carlos VII (Carlos XI de Francia) al Marqués de Cerralbo, su representante en España.
Collar de la Orden.
Su insignia es una cruz maltesa, apiñonada de oro, angulada de lises y cargada en su centro de una paloma esmaltada en blanco.
Su collar se compone de eslabones con llameantes lises e iniciales del nombre del fundador ( la H por Henrri) de la que pende la cruz.
Su banda es de moaré celeste.