Hoy, festividad de la Inmaculada Concepción, hemos querido dedicar nuestra cotidiana entrada al Blog a una de las órdenes de más prestigio en el panorama nobiliario actual: la Real Orden de Nuestra Señora de la Concepción de Villaviciosa, una de las tres Órdenes Dinásticas de la Casa Real de Portugal, de la cual el Jefe de la Casa Real es perpetuamente el Gran Maestre, y que fue restaurada el 8 de diciembre de 1983 por Dom. Duarte Pío de Braganza, Duque de Braganza, tras el estado de letargo en que cayó en 1910 al abolirse la monarquía.
La Real Orden de Nuestra Señora de la Concepción de Villaviciosa fue fundada en Rio de Janeiro por el Rey don Juan VI de Portugal, el 6 de febrero de 1818, en homenaje a Nuestra Señora de la Concepción de Villaviciosa, coronada con la corona real de Portugal en 1640 por el Rey Juan IV, fundador de la dinastía de Braganza. El Rey Juan VI la dotó el 10 de septiembre de 1819 de sus primeros estatutos.

Dom.Duarte Pío. Duque de Braganza y Jefe de la Casa Real de Portugal.
Originariamente fue organizada en cuatro clases y destinada a recompensar las personas que habían contribuido a expulsar de Portugal los ejércitos del Emperador Napoleón I, y para distinguir a aquellos que se esforzaron por la independencia portuguesa.
La Orden estaba limitada a doce Grandes Cruces, cuarenta Encomiendas y cien Caballeros, pero pudiéndose conceder un número ilimitado de Grandes Cruces a título Honorario. El grado de Gran Cruz estaba normalmente reservado a los Miembros de las Familias Reales y el de Comendador a los miembros de la alta Nobleza que ejercían cargos en la Corte junto al Rey. El grado de Caballero confería «Nobleza Personal». Los grados de Comendador, Gran Oficial y Gran Cruz conferían el tratamiento hereditario de «Fidalgo» de la Casa Real.
Tras su restauración en 1983, las primeras personalidades distinguidas con la Orden fueron Don Juan de Borbón, Conde de Barcelona, el Príncipe Carlos de Borbón Dos Sicilia, Duque de Calabria, y el Archiduque Otto de Habsburgo, Jefe de la Casa Imperial de Austria y Real de Hungría.

Placa de la Órden.
Además de los hermanos del Duque de Braganza, Dom. Miguel, Duque de Viseu, y Dom. Henrique, Duque de Coímbra, pertenecen a esta Orden, entre otros altos representantes de las Casas Reales Europeas, el Príncipe Víctor Manuel de Saboya y el Príncipe Alejandro de Yugoslavia.
La Real Orden de Nuestra Señora de la Concepción de Villaviciosa se encuentra eficazmente dirigida por su Canciller, el Dr. Aníbal Pinto de Castro, quien, al frente de un pequeño equipo, se responsabiliza del correcto funcionamiento de la misma, principalmente las Ceremonias de Investidura en el Santuario de la Padroeira en Villaviciosa el día 8 de diciembre de cada año, festividad de la Inmaculada Concepción.

Cruz de la Órden.
En la actualidad, la Orden es discernida en los grados de Caballero, Comendador y Gran Cruz. Existe, también la Medalla al Mérito para recompensar servicios sobresalientes prestados a la propia Orden o a la Casa Real de Braganza.
Su insignia (de banda azul con raya blanca por la mitad) está constituida por un medallón coronado, en forma de estrella, con un círculo al centro donde se leen las letras AM, con la inscripción Padroeira do Reino. Fue diseñada, en Brasil, por el célebre pintor de la Corte Jean Baptiste Debret en 1818.
El gobierno portugués reconoce oficiosamente las órdenes otorgadas por Dom. Duarte Pío y autoriza el uso público de sus condecoraciones, salvo en el uniforme militar.
El Palacio de Villaviciosa, situado en la localidad de Villaviciosa, entre Evora y Elvas, muy cerca de la frontera española, fue la residencia de los Duques de Braganza hasta su ascensión al trono real de Portugal en 1640. En ese momento, la nueva dinastía de Braganza se instala en Lisboa y hace de Villaviciosa su residencia de recreo, donde pasó grandes temporadas hasta la caída de la monarquía en 1910.

Dr.D.Francisco Manuel de las Heras y Borrero, Presidente de la Junta de Linajes de la Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria.