Por el Dr.D. José María de Montells y Galán, Heraldo Mayor de esta Casa Troncal.
Cuando mi admirado y querido amigo Alfredo Escudero, allá por el año 2004, me comentó que sería bueno crear un instituto para difundir en España las vicisitudes y azares de las Casas Reales no Reinantes, le tildé de iluso.
 Uno que se proclama firme partidario de las monarquías exóticas, creía que no había en nuestro país nadie que se interesara por este tema. Sin embargo, me equivocaba. No fue hasta el año siguiente, cuando aquella primera idea tomo cuerpo en una corporación ciertamente necesaria. Una institución que combatiese la falacia, tan extendida entre nuestros eruditos, por la cual todos los títulos nobiliarios que no lo sean del Reino, son falsos o cuando menos, dudosos y, mucho más, aquellos otros otorgados por pretendientes al trono, alejados del poder efectivo.
Enseña del Noble Cabildo de San Jorge y Santiago Apóstol.
Pese a mi escepticismo inicial, la organización es hoy una espléndida realidad. Gracias, sobretodo, a los desvelos del Marqués de Gori en Georgia, un auténtico prócer con la cabeza muy bien amueblada. Nuestro amigo Alfredo, a la manera de los viejos hidalgos castellanos, es hombre tenaz, inasequible al desaliento, leal y convincente. Noble de carácter y condición.
Así que fundada en el año de 2005, con el objetivo declarado de reunir en su seno a todos los titulados por Casas Reales no Reinantes, sea cual sea su nacionalidad y defender sus intereses, esta corporación internacional se rige por su propia Constitución puesta bajo la protección de San Jorge, patrón de la Caballería y Santiago Apóstol, patrón de España, teniendo sus sedes en Lisboa y Valencia.
El Noble Cabildo tiene también por loable empeño, la defensa y exaltación de la monarquía como forma superior del gobierno de las naciones; el estudio y divulgación de la historia y legitimidad de las Casas Reales no Reinantes; la creación de un espacio de diálogo y entendimiento entre las mismas y la publicación de trabajos científicos sobre la tradición y la nobleza titulada, en el mundo de hoy.
Para ingresar en el dicho Cabildo es menester probar indubitablemente la posesión de un título nobiliario otorgado por el Jefe de una Casa Real no Reinante. Así, el Cabildo reconoce los títulos emanados por los Jefes de las Dinastías de Portugal, Parma, Georgia, Anam, Ruanda, Etiopía y Egipto, sin prejuicio de otras, cuyo Fons Honorum se estime legítimo, veraz y contrastado.

El Dr.D.José María de Montells (izqu.) junto a D. Alfredo Escudero y Díaz-Madroñero (dcha.)

Según la recta doctrina comúnmente aceptada por todos los tratadistas, es precisamente como consecuencia del Fons Honorum del que disfrutan las dinastías que han reinado sobre un territorio y ostentado su soberanía, por lo que sus actuales titulares pueden ejercer el derecho de gracia, otorgando títulos nobiliarios u otros honores a aquellas personalidades que por sus especiales méritos y destacadas conductas se hayan hecho acreedoras a un premio tan excepcional. Así, los Reyes sin corona y los Jefes de las Casas Reales no reinantes, conservan su status privilegiado, ese carácter casi sagrado que se deriva de la tradición, por el cual se les reconoce la facultad, inherente a su condición, de discernir honores. Por decirlo de otra manera, el soberano desposeído, será siempre soberano, aunque no reinante, pero no dejará de ser soberano. Su Casa habrá perdido el ius regis, pero no el ius honorum, por lo que seguirá siendo fuente de honores hasta su extinción genealógica.

Es emblema corporativo, un óvalo de oro, cargado de un dragón de sinople con la cruz llana de gules sobre su pecho, representando a San Jorge, superado de una cruz de Santiago de gules, todo rodeado de un cinto de sable, con vivos y hebilla de oro, cargado de la divisa Por San Jorge y Santiago, en letras de oro. Al timbre, corona real cerrada. Se ha querido reflejar en él, las dos advocaciones bajo cuyo cobijo se puso al nacer. Esta insignia se lleva al cuello a modo de encomienda o en una placa a modo de gran cruz. Existe también un collar para las dignidades del Cabildo.
Collar del Cabildo.
Está regido por una Diputación Permanente, presidida como Decano como no podía ser menos, por nuestro amigo don Alfredo Escudero y Díaz-Madroñero, marqués de Gori en Georgia, figurando en ella viejos conocidos de nuestra Casa Troncal en su condición de titulados.
Como resultado del reciente encuentro de Lisboa del pasado 25 de Septiembre de 2010, son sus Protectores Regios, los príncipes asistentes, a saber: SAR don David Bagration, Jefe de la Casa Real de Georgia; SAIR el Archiduque de Austria, don Andrés Salvador de Habsburgo-Lorena, Príncipe de Bohemia y Toscana, Príncipe de Hungría; SAR el Infante don Miguel de Portugal, Duque de Viseu; SAIR el Príncipe Ermías Selassie, Presidente del Consejo de la Corona de Etiopía y SAIR el Príncipe Osman Rifat Ibrahim, de la Casa Imperial otomana y Real de Egipto. A esta lista hay que añadir a S. M. el rey Kigeli V de Ruanda que no pudo acudir a Lisboa por encontrarse enfermo.
Hasta la fecha el Cabildo de San Jorge y Santiago Apóstol ha desarrollado una ingente labor de índole cultural, colaborando con otras instituciones en la edición de trabajos de gran interés. En este sentido es de resaltar su aportación al libro La Casa Real de Ruanda, facilitando a sus autores, los fondos nobiliarios que figuran en su Libro de Oro de la Nobleza Titulada, registro oficial de sus miembros, que se propone publicar en el año 2011.
Es de subrayar que este Libro de Oro constituye un archivo único por la riqueza y extensión de sus datos y que su publicación puede clarificar y mucho, los rumores y malentendidos con relación a los títulos extranjeros no reconocidos oficialmente en España, cuya legitimidad no puede ser cuestionada. Y como colofón añadir, sin temor a exagerar, que aquellos titulados que no estén inscritos en el Libro de Oro, no existirán para el común de los mortales. Lo que es una pena, creo.