MUY ILUSTRE Y ANTIQUÍSIMA COFRADÍA DE NUESTRA SEÑORA DE LA PROBÁTICA PISCINA DE JERUSALÉN.
Por el año 2005, poco sabía sobre la existencia de esta antigua Corporación. Mi conocimiento sobre la misma no pasaba del “obligado”, o más bien del que “ se le supone” a cualquier aficionado a este tipo de lecturas. Como digo, fue en el 2005 tras una charla, de esas largas, con mi amigo D. Ignacio Koblischek Zaragoza y con mi apreciado D. Fernando Herrera Hume, donde comencé a interesarme por los nexos que unían al padre de mi abuela paterna, mi bisabuelo, el Doctor D. Fulgencio Cabezas Monge, con uno de los alfoces de San Vicente de la Sonsierra, más concretamente con el de San Martín de los Monges.
Sus moradores, casi todos al servicio del monasterio allí existente, se han ido diseminando por toda la geografía española, y aunque Lebrija normalizase la gramática en 1492, continuaron manteniendo, de una manera u otra, el error ortográfico primitivo, que identifica a los pertenecientes a dicho linaje, haciendo posible (quizá por pura casualidad) su inequívoca identificación. Muchos de ellos continúan viviendo en la Sonsierra integrándose como Diviseros en esta ancestral y peculiar Corporación.
Sobre esta Divisa sabemos que tras la diáspora de la dinastía navarra que siguió al asesinato de Sancho Garcés, por aquellas Rey de Navarra, en 1074 en Peñalén, su sobrino el Infante D.Ramiro , esposo de Doña Cristina, una de las hijas del Cid, siguiendo los pasos de Godofredo de Bouillón se embarcó hacia Jerusalén, participando en la batalla por los muros de dicha ciudad durante la primera cruzada, allá por el 1099.
Las huestes de Don Ramiro tomaron el sector donde estaba situada la Piscina Probática, cuyas milagrosas aguas, decían, curaban a los enfermos.
D. Ramiro, a su muerte, deja a su hijo mayor (García Ramírez) el Reino de Navarra, y a su segundo hijo, Sancho, le deja los territorios de Peñacerrada, en la Sonsierra navarra, desde Vidaurreta hasta San Vicente de la Sonsierra, con la condición de edificar una iglesia en recuerdo de su entrada en Jerusalén, que debería estar consagrada al culto de Santa María de la Piscina.
Dicha Iglesia, joya del románico navarro-riojano, se edificó en 1136 cerca de un paraje conocido como “Peciña”, a un kilómetro de Ábalos y a tres de San Vicente de la Sonsierra, hoy perteneciente a la Comunidad de la Rioja.
El templo, la Casa Solar que tiene adosada y las tierras próximas quedarían vinculadas proindiviso en la descendencia de D. Ramiro.
El patronato sigue ininterrumpido, hasta Juan Ramírez de la Piscina, que fue desposeído de sus señoríos por Pedro I “el Cruel” a mediados del siglo XIV.
En 1534 Diego Ramírez de Ábalos recuperó el patronato por sentencia de la Chancillería de Valladolid, redactando nuevos estatutos en 1537.
Después se sucederán en el cargo distintos miembros del linaje de Arellano, los Condes de Aguilar y de Ynestrilla, los Condes de Murillo y finalmente, de nuevo, los Ramírez de la Piscina de la Casa de Ábalos, cuya representación ostenta hoy el Marqués de Legarda.
En el año 1974 se procedió a la restauración de la Basílica-Casa Solar constituyéndose a fines del mismo año una «Junta de Restauración» que, integrada por diversos descendientes de los antiguos diviseros, logró del señor Obispo de Calahorra la erección canónica de la Divisa Solar y Real casa de la Piscina como Muy Ilustre y Antiquísima Cofradía de Nuestra Señora de la Probática Piscina de Jerusalén.
Los estatutos fueron aprobados por el Sr. Obispo con fecha 11 de febrero de 1975 y la primera Asamblea General tuvo lugar el día 8 de junio del mismo año, erigiéndose una Diputación de la Divisa encabezada como Patrono por el Marqués de Legarda y como Alcalde Mayor al Duque de Veragua , al que sucedió tras su fallecimiento en 1986 el Marqués de Vargas.
El Distintivo de la Cofradía Divisa consiste en una medalla que pende de un cordón trenzado con tres de los esmaltes de las Antiguas Armas de la Piscina, oro, plata y púrpura, en honor de la Santísima Trinidad.
En una cara de la medalla figurará la imagen de Nuestra Señora de la Probática Piscina de Jerusalén y en la otra las Antiguas Armas de la Divisa que se describen así:
Escudo terciado en palo.
Primero: de oro, tres bandas de gules. Segundo: de azur, cinco flores de lis de oro, en palo. Tercero: de oro, un pino de sinople, con la copa disminuida y un león de púrpura, empinado al tronco.
El aumento de las cadenas de Navarra, de sable, va como tenante del escudo, en campo de oro ínter incluidos en los espacios de las cadenas, en plata; en jefe y en punta, una venera, dos cruces de San Juan y una venera; en la diestra y en la siniestra: una flor de lis, dos cruces de San Andrés y una flor de lis.
Como timbre, corona real de oro, a la antigua, surmontada por una jarra o terraza de plata y cinco azucenas en su color. Y la leyenda “Ave Maria Piscinae”,
Para ser admitido como Divisero-Cofrade hay que ser católico, apostólico, romano y mayor de dieciséis años. Acreditar buena conducta moral, probar descendencia del Infante Don Ramiro Sánchez de Navarra, yerno del Cid, o de cualquier Divisero inscrito. Como asimismo probar Hidalguía de Sangre del linaje paterno.