Según algunos estudiosos, esta corporación nobiliaria se basa en una cofradía más antigua erigida en el siglo XIV. Siendo sus primeras Ordenanzas de 1511, exigiéndose solo como requisito para su ingreso la acreditación de limpieza de sangre y de cristiandad.
Ni en estas, ni en las posteriores de 1575, 1577 y 1762, se exigía de los postulantes probanza de nobleza, aunque si se puede constatar que casi todos ellos pertenecían a las familias más importantes e influyentes de Zaragoza.
Fue realmente el 6 de junio de 1941, cuando por iniciativa de varios notables aragoneses encabezados por D. Miguel de San Cristóbal y García de la Huerta, Barón de San Vicente Ferrer, se instituye esta cofradía como corporación nobiliaria.
El día 12 de enero de 1942, y siendo Hermano Mayor el caballero anteriormente mencionado, obtuvo la aprobación canónica diocesana.
El día 26 de mayo de 1955, mediante capítulo, se redactan y aprueban sus vigentes ordenanzas.
Tiene su sala capitular en la Parroquia de El Portillo de Zaragoza, situada en la muralla, y a escasos metros, de donde el 25 de marzo de 1119 se apareció de manera milagrosa la Santísima Virgen, defendiendo El Portillo de un asedio musulmán, tras la reciente conquista de Zaragoza por el Rey Alfonso I.
Su festividad principal es el 25 de marzo, día en el que se convoca el capítulo general, coincidiendo los actos con la celebración de la Anunciación y Encarnación de la Virgen.
Esta corporación, según tenemos entendido pero no constatado, pudiera conservar bajo su tutela la capilla de las heroínas de los Sitios de Zaragoza (Agustina Zaragoza, Casta Álvarez y Manuela Sancho), de cuyos restos mortales pudieran tener encomendada la custodia. En la parte superior de esta capilla se encuentra el importante y bien documentado archivo de la Cofradía.
La empresa o distintivo de la Corporación es una cruz flamígera de las conocidas como “de Sobrarbe” de gules, cuyos brazos superior y laterales finalizan en forma de lanza y el inferior en ondulaciones finalizadas en punta. La misma lleva en la intersección de los brazos un círculo en el cual, sobre azur, figura un tramo de muralla, de oro, derruido en parte, y en el centro la imagen de Nuestra Señora del Portillo, con sus colores particulares. A derecha e izquierda de la muralla, así como sobre la misma, dos guerreros armados, de oro, surmontado el círculo de una corona real de oro.
La insignia se lleva al cuello con un cordón de oro ( como venera), y sobre el costado izquierdo como cruz.